"Mas que jugar mal nos ha faltado continuidad"

En el balance de la primera fase de la Eurocopa destaca el nombre de Sergi Barjuán. El lateral Zurdo de la selección española ha sido el futbolista más elogiado por búlgaros, rumanos y, de forma especial, por los franceses. Incluso Javier Clemente dice. que es el único jugador del equipo que prácticamente no tiene sustituto. Es, además, junto a Alkorta, Hierro y Zubi, el único que ha jugado todos los encuentros completos. Una sobrecarga en la pierna derecha le tiene algo preocupado, aunque dice que podrá jugar.Pregunta. ¿Cómo está de su lesión?

Respuesta. Resistiré. Tengo alguna molestia, aunque espero estar a disposición del entrenador para jugar contra Inglaterra en Wembley.

P. ¿Donde estaba usted cuando el Barça ganó la Copa de Europa en Wembley en 1992?

R. En casa cenando con unos amigos. Vimos el partido por la televisión en Les Franqueses y, al final, nos fuimos hasta las Ramblas, para celebrarlo. Yo jugaba entonces en el filial.

P. Comparte la idea de que no podía tocarles ni mejor campo ni mejor equipo en unos cuartos de final, puesto que una victoria les convertiría en héroes mientras que la derrota entraría dentro de una lógica por jugar contra el anfitrión del torneo? Toda la presión es para Venables y su equipo.

R. Estamos habituados a la hostilidad y, por tanto, el factor campo no me preocupa. El marco del partido es bello. Vamos a intentar ganar, a jugar como sabemos y a contrarestar las críticas que nos han dirigido. Ciertamente es una oportunidad única para replicar todos los reproches que nos han hecho.

P. El fútbol de la selección española no seduce.

R. Más que jugar mal nos ha faltado continuidad en el juego, pero vamos a más.

P. Usted se está consagrando como un futbolista de primera línea europea: ha sido elegido mejor jugador del partido contra Rumania, fue elogiado por la prensa francesa y los búlgaros tenían su nombre marcado en rojo.

R. Estoy algo sorprendido. Mis características ayudan a que sea un jugador vistoso, porque procuro subir al menos tres o cuatro veces por la banda. Pero cuando yo pudo irme hacia arriba quiere decir que el equipo funciona. Los rivales me tienen muy estudiado.

P. Quien le conoce asegura que usted jamás entra cansado en un vestuario. ¿Qué toma?

R. Nada. Nunca he llegado al vestuario diciendo que no puedo dar ni un paso más. Fatigado sí, pero reventado no. Con el paso de los años he aprendido, además, a controlarme mejor.