La inactividad como recurso
La Bolsa ha entrado en una fase de desconcierto al perder uno de sus argumentos más positivos, la posibilidad de nuevos recortes en los tipos de interés. El IPC de mayo ha hecho sonar las alarmas y el Bundesbank confirmó lo acertado del temor de los inversores al repetir una vez más el nivel de sus tipos de interés. Los mercados de deuda, con importantes descensos en sus precios, han confirmado el cambio de orientación de la inversión, que llegó, incluso, a los mercados de divisas.Lo más grave para el mercado de valores español es la repentina escasez de dinero, puesto que ayer se negociaron 25.760 millones de pesetas efectivas, una cifra a todas luces insuficiente para mantener el actual nivel de las cotizaciones. Como elemento positivo, los operadores señalaban el otro lado de la moneda, es decir, la escasez de papel como causa principal del descenso del negocio, aunque la orientación de las cotizaciones indica que fueron los compradores los que más escasearon.
El índice general de Madrid terminó perdiendo un 0,09% y el Ibex 35 bajó un 0,11%.