Señor Clemente:

Celebro que antes de comenzar el campeonato haya tenido el arrojo de declarar la resuelta voluntad de la selección española de jugar para ganar la Eurocopa de Inglaterra y no sólo por quedar bien. Llevamos contentándonos con quedar bien, como si ese fuera el máximo empeño. al que podemos aspirar en el fútbol internacional, desde la fundación del fútbol. Una forma de tomar las cosas en su justo grado, el éxito como éxito y el fracaso como fracaso, es comenzar con la sentencia que usted establece. La segunda condición que espero también se cumpla es abandonar las quejas, la invocación habitual a la mala suerte y cualquiera otros alifafes para, por una vez, terminar una competición con gloria.-