Los Ballets de Montecarlo muestran su nuevo rumbo con tres piezas
Llevan el nombre de una de las compañías míticas de principio de siglo, aunque los Ballets de Montecarlo no tienen mucho que ver con la compañía de origen ruso que fundó el mecenas de la danza Sergi Diaghilev. Jean-Christophe Maillot, su director desde hace 10 años, trata de renovar el espíritu de esta formación. Con el programa que traen a Madrid pretenden demostrar su nuevo rumbo.
Las tres piezas que Maillot ha elegido para traer a Madrid pretenden mostrar el nuevo espíritu de los Ballets de Montecarlo. El propio director los resumía así: respeto y conservación de los ballets clásicos, la unión entre el placer de bailar con el duro trabajo de crear y conseguir una evolución de la técnica clásica de forma inteligente. Para Maillot también es importante la calidad estética de sus espectáculos. Y huye de todo lo que sea ostentoso en la escenografía -luces sencillas- y el vestuario -simples túnicas.Maillot ha elegido tres piezas para mostrar las facetas más significativas de esta agrupación, que financia el Estado de Montecarlo -la princesa Carolina ha sido la gran impulsora de esta compañía-: Los cuatro temperamentos del coreógrafo George Balanchine: "Hay que conservar piezas fundamentales del ballet clásico. Los cuatro temperamentos conserva una modernidad indiscutible. Es una pieza para que la gente se dé cuenta de la calidad de Balanchine", explica Maillot. Este ballet evoca cuatro facetas del carácter humano: la melancolía, lo sanguíneo, la fiemática y la colérica.
Con Who cares?, también de Balanchine, se pretende reivindicar el derecho al divertimento y también al duro trabajo de crear, que, según el director, "se oponen demasiadas veces". La última de las coreografías, Dov'e la luna, del propio Maillot, es para este creador "una manera de investigar y evolucionar dentro de la técnica clásica". "Es un ballet que hice en el momento en que moría mi padre. Se plantean cuestiones sobre la faz oscura de la vida. En ciertas mitologías la luna representa esa travesía entre la vida y la muerte", comenta este coreógrafo.
Los Ballets de Montecarlo cuentan en este momento con una plantilla de 50 bailarines de 18 nacionalidades. "Esto hace que sea un grupo muy particular, porque encontrar la homogeneidad técnica y estética es una dificultad añadida", comenta el director. Es la tercera vez que esta compañía viene a Madrid.
Entre los miembros del elenco figura un español, Juan Carlos Gil, que baila por segunda vez en Madrid con categoría de bailarín estrella. Gil lleva ya cinco temporadas en esta compañía.
Ballets de Montecarlo, en el teatro Albéniz (calle Paz, 11. Metro Sol). Del 29 de mayo al 2 de junio. Del 29 al 31 de mayo, a las 20.30. Día 1 de junio, a las 19.00 y 22.30, y día 2, a las 19.00. Precio: de 1.500 a 3.500 pesetas.
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