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Clemente: "A ver si deja de ser nuestra bestia negra"

Àngels Piñol

Javier Clemente, seleccionador español, confía en que el viernes se rompa finalmente el maleficio que parece perseguir a los conjuntos españoles cuando se enfrentan a Italia. "Vamos a ver si nos acostumbramos a que Italia deje de ser siempre nuestra bestia negra", afirmó el técnico, recordando, otras eliminatorias perdidas contra esa selección como en el Mundial de Estados Unidos. "Ellos [los italianos] son muy eficaces y muy profesionales, pero tendremos que compensar su picardía con nuestra calidad".El técnico deseó que el Estadio de Montjuic ofrezca el viernes una mayor afluencia de público y exhiba menos cemento. "No era muy buen día un martes laborable. Estoy seguro que habrá más gente el día de la final. No ha habido mucha gente, pero hemos notado el calor. El factor campo será nuestro".

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La selección cuajó, según el técnico, un partido aceptable. La primera mitad, a juicio de Clemente, efectuó un fútbol a buen nivel y después acusó el cansancio, especialmente en los últimos 20 minutos cuando Escocia apretó el acelerador. "Hemos aguantado gracias a los cuatro hombres de atrás", subrayó. Tuvo palabras de elogio para óscar, autor del primer gol, de quien dijo que brilló con luz propia gracias a la labor oscura de Raúl, que ayer se quedó sin marcar. "A mí no me importa quien haga los goles, como si quiere meterlos Mora [el portero]. Lo que me importa es ganar. Raúl ha estado sensacional".

Tras alabar tanto el gol de óscar como el de Iván, Clemente le dio un leve estirón de orejas: "Iván se calienta como las moscas. Tendrá que aprender a controlarse, dijo en alusión a la tarjeta amarilla que recibió. El jugador reconoció que debe hacer un esfuerzo por controlar los nervios.

Clemente vislumbra una final muy equilibrada -"en el mejor de los casos, el favorito tiene a su favor un 51% de posibilidades, dijo-, pero reveló dos claves. La principal será precisamente evitar caer en la picardía de los italianos: "Son maestros en eso. Nacen así. Ya sé que dije que nuestro equipo es aún muy tierno, pero tenemos que habituarnos a adquirir experiencia. Ellos ya son maduros con 18 años y nosotros lo conseguimos a los 24". Y, luego, el segundo factor esencial: que el equipo se recomponga fisicamente en 72 horas. "Vamos a ver si nos tomamos unas pastillas de oxígeno", ironizó, "y mantenemos el ritmo".

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