Comienza la odisea

Homero habla en La Odisea de un deporte que los historiadores sitúan en los ancestros del balonmano. La referencia encaja bien con los tintes épicos de lo que puede ser la actuación de España en el Campeonato de Europa que se disputa desde hoy en Sevilla y Ciudad Real. Enfrentada a los mejores equipos del mundo, la selección se juega una plaza en Atlanta y otra en el Mundial de 1997. El estreno es contra Suecia (Sevilla, 19.00, La 2), actual campeona continental."La gente se empeña en decir que tenemos un equipazo para ganar medallas pero, objetivamente, nuestro puesto no es superior al 5º de Barcelona 92". El pívot Aitor Etxaburu refleja así la opinión general entre sus compañeros, y añade: "Cuando veo cómo defiende Suecia, cómo ataca Francia o la rapidez de Rusia, siento admiración. Ahora bien, tendremos el público a favor, y eso puede ser decisivo".

Todo indica que ese factor ambiental será imprescindible para lograr la meta: superar a Dinamarca, Rumania y la República Checa -incluidos en el grupo de España junto a Suecia y Francia, actual campeona del mundo- así como a Yugoslavia -donde debutará Veselin Vujovic tras seis años de ausencia en la selección-, Hungría y Eslovenia, que comparten el otro con Rusia, Alemania y Croacia. Es decir, hay siete equipos que luchan para estar en Atlanta- los demás ya están clasificaciones-, y ninguno es flojo, con mención especial para Yugoslavia, abocada a esta situación por su marginación política. En cuanto a España, los Iodos que trajeron estos barros se localizan en el 11º puesto del Mundial 94.

Tarea difícil

La tarea es muy difícil pero está al alcance de los españoles aunque sean superados por Suecia y Francia en la fase previa. No es descartable que Rusia y Alemania o Croacia releguen a Yugoslavia a la 3ª a 4ª a plaza del otro grupo; rusos y germanos se enfrentan hoy en Ciudad Real (19.00) en uno de los encuentros más esperados.Juan de Dios Román habla de la selección: "Tenemos jugadores cada vez más fornidos, pero aún no producimos armarios en cantidad suficiente. Por ejemplo, nuestros extremos son muy buenos pero con 10 centímetros ó 20 kilos menos que algunos de los rivales. La diferencia está en que si un armario grande recibe 50 golpes en un partido, se recupera de 45 de ellos a las pocas horas y juega bien al día siguiente. Por el contrario, los pequeños conservan más tiempo las secuelas, y eso puede ser un problema grave cuando hay que jugar tres días seguidos, como ahora". Al analizar el duelo de hoy, el entrenador destaca la pugna psicológica entre los lanzadores españoles y los porteros suecos, Svensson (Barcelona) y Olsson (jugó en el Teka): "La experiencia de la Liga Asobal es de doble filo porque nosotros conocemos los puntos débiles de esos dos porteros pero ellos saben perfectamente cómo tira cada lanzador. Además, los jugadores españoles han disputado 20 partidos más que sus adversarios; ese es otro de los problemas".