IU cierra filas en torno a Anguita y rechaza las listas únicas propugnadas por Ribó

Una advertencia de Julio Anguita: si Iniciativa per Catalunya (IC) sigue en la línea de buscar un frente común con los socialistas, las relaciones entre IU e IC cambiarán. Las declaraciones de Rafael Ribó, presidente de IC, han logrado poner de acuerdo a toda la organización. Todos han rechazado esta propuesta. Pero sus palabras han puesto en sordina el verdadero dilema de IU: la postura de la coalición, una vez que el PSOE ya no gobierna la nación.

Puede haber otros problemas en IU. Pero no son los de hacer listas únicas para unas elecciones municipales dentro de tres años. Las declaraciones de Ribó han sido recibidas entre el asombro y la incredulidad. Por primera vez en mucho tiempo, la organización ha cerrado filas con Anguita. Incluso los más críticos. Ribó ha ido demasiado lejos en su afán de buscar alternativas para desalojar a la derecha del poder.Solo. El presidente de IC se ha quedado solo. Anguita, apoyado por los dirigentes de IU, lanzó ayer una durísima advertencia a Ribó: si las cosas siguen en la línea propuesta por el líder catalán y, si esas propuestas las refrenda IC, IU se replanteará sus relaciones con la organización hermana de Cataluña. No es la primera vez que Anguíta se pronuncia en estos términos, pero sí la primera vez que, con matices, cuenta con el apoyo de la organización.

"Prematuro y precipitado"

No va a hacer falta. Porque a Ribó le han fallado hasta los apoyos de las fuerzas a las que había tendido la mano, los socialistas catalanes y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). La propuesta de Ribó es "prematura", según Narcís Serra, y "precipitada", según Joaquim. Nadal, ambos del PSC.Para Pilar Rahola, diputada de ERC, es, como poco, "arriesgada" y "precipitada", aunque se mostró genéricamente partidaria de un acercamiento entre las fuerzas de la izquierda catalana. Nadie lo rechaza del todo, pero unir a las tres fuerzas catalanes en una especie de frente popular es algo a lo que ninguna de las organizaciones se había atrevido ni enunciar.

En el caso de los socialistas, ha tenido incluso la virtud de poner de acuerdo, por primera vez en muchos meses, a obiolistas y salistas, los dos sectores enfrentados en el PSC. El senador Josep Maria Sala y el obiolista Antoni Dalmau aventuraron que una lista: única de la izquierda obtendría menos votos que, la suma de los partidos por separado, ya que la primera provocaría el rechazo del electorado centrista progresista.

La segunda gran objeción que Sala y, Dalmau hacen a la propuesta de Ribó es que el líder de IC se olvida de la conquista del centro político al hacer una propuesta de unidad de la izquierda. Para los socialistas, en cambio, el objetivo prioritario es conseguir la confianza del electorado convergente que pueda sentirse defraudado por la alianza de CiU con el PP.

En este sentido se pronunció el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall: "No creo que tenga que ser un partido de izquierdas, sino un partido demócrata, un partido amplio, lo he dicho siempre".

El propio portavoz de IC en el Parlamento catalán, Jordi Guillot, publicaba anteayer en La Vanguardia una respuesta anticipada: "Cualquier sociólogo confirmará que las fuerzas progresistas, conjuntamente, obtendríamos menos votos que por separado". Ayer reiteraba, además, la adhesión (le IC al proyecto común que significa IU.

En la presidencia federal de IU, las reflexiones de Ribó han caído come, una bomba. Mariano Santiso apoyaba las declaraciones de Anguita y subrayaba que "se puede estar de acuerdo en buscar puntos de encuentro con el PSOE, y en eso estamos muchos, pero plantear una frente común es absolutamente inviable".

Aigo muy parecido a lo que Rosa Aguilar decía ayer. Convencida de que "la nueva situación política lleva a una colaboración más estrecha con el PSOE", aseguraba que el proyecto de Ribó no tiene posibilidad alguna. "Cada organización tiene sus propios proyectos y sus propias políticas. Ni es posible ni lógico ir a ese tipo de pactos".

Apoyo de los críticos

Hasta los más críticos coinciden con Anguita. Juan Berga, portavoz del Partido Democrático de Nueva Izquierda. (PDNI), aclaraba ayer: "Compartimos la lógica de colaboración de la izquierda, pero no puede empezarse por listas únicas. Primero hay que cambiar las condiciones en la izquierda. Es necesaria una reflexión común, el debate en cada organización y su definición".Ángel Pérez, coordinador de IU-Madrid, venía a decir -palabra más, palabra menos- lo mismo: "Ribó ha corrido demasiado. No hay condiciones, para llegar a esa propuesta. Cada uno tenemos nuestro propio debate. Dejemos que el PSOE tenga el suyo". Dicho en los mejores términos, Pérez reconocía el "voluntarismo" de Ribó, pero aclaraba que "no hay base real, hoy por hoy, no hay base real".

La polvareda levantada por las palabras de Ribó han ocultado el auténtico dilema que hoy está sacudiendo a IU. Nadie llega tan lejos, pero sí hay sectores que, tras las elecciones del 3 de marzo, están abogando por abrir nuevos cauces de diálogo en la izquierda. La postura mayoritaria de abrir un nuevo estilo de relaciones entre IU y el PSOE, sobre todo en el Parlamento, ha despertado las iras de lo que algunos llaman los "sectores más conservadores" de IU.

Las declaraciones en este sentido de Ángel Pérez, muy próximas a las tesis que el grupo parlamentario de IU-IC ha defendido sobre la necesidad de buscar acuerdos concretos con el PSOE, han encontrado la airada respuesta de la Plataforma de la Izquierda de IU-Madrid, encabezada por la diputada Ángeles Maestro, Susana López y Pedro Montes. Pérez señaló ayer que "no he dicho nada que no esté aprobado por el Consejo regional de IU. Sólo pretenden crear una fractura entre IU de Madrid y la Presidencia federal".