"Preveo una generación de alopécicos"
María Montero es una virtuosa con las tijeras en la mano. Una artista o, como ella misma prefiere decir, una artesana. A sus 29 años, esta leganense que regenta en Getafe (144.600 habitantes) la peluquería Tiffany's se presentó el mes pasado en Marsella al Campeona to de Europa de Peluquería modalidad de corte artístico, y derrotó a sus 40 contrincantes. ¿Cómo? "Pues con un color atrevido mezcla de rojo, fucsia, morado y negro; la parte delantera más larga que la nuca y, funda mental, plumeando con navaja". Los cortes rectilíneos, a estas alturas, son una vulgaridad.Pregunta. ¿La coquetería sigue siendo un atributo básicamente femenino?
Respuesta. Qué va. Cada vez nos vienen más chicos a rayos uva, limpiezas de cutis y a quitarse los cuatro vellitos del pecho. Quizá son un poco narcisistas, pero los hay.
P. ¿Vivimos la época del culto por la imagen?
R. Sí, y de eso nos tenemos que aprovechar. Claro que hay cosas más importantes, pero... ¿Qué hay de malo en hacer feliz a alguien que está deprimido porque no se gusta? Los mismos psiquiatras me dicen que sus pacientes mejoran cuando se arreglan.
P. ¿Me aconseja algo para no quedarme demasiado demodé?
R. En chicos ahora se lleva mucho el tipo marine: cortito, muy militar, muy cuadrado. También funcionan bien los cortes a lo Eros Ramazzotti. Y para ellas, modelos como los de Concha Velasco, Isabel Gemio o el color de María Teresa Campos. Las clientas, en eso, son mucho más desinhibidas que los hombres.P. ¿Y si le dijera que yo mismo le corto el pelo a mis hijos?R. Uf, los cortes caseros los descartaría. Hombre, si hay una crisis lo comprendo, pero por norma... No. El pelo es un bien muy preciado para el ser humano No hay mas que fijarse en los traumas que genera la calvicie.P. Pero cuando el pelo se cae, se cae. R. Ya, y cada vez más, incluso entre las mujeres. La contaminación, el tabaco y el alcohol son malísimos para el cabello; también la ansiedad y el estrés. Por eso preveo una generación de alopécicos en las grandes ciudades como Madrid.P. ¿Podría hablarse de algún peinado típicamente madrileño?R. No lo creo. Aquí hay gente para todos los gustos y que ha aprendido en sitios diferentes. Ahora bien, en la forma de trabajar se notan diferencias respecto a, por ejemplo, Cataluña. Allí son muy rectos, y me gusta la élite que genera.P. ¿Y a usted quién le corta el pelo?R. Mis chicas de la peluquería: yo soy muy exigente.
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