La maldición del Calderón

El Atlético ha entrado en una peligrosa dinámica pendular. Se siente seguro campeón y al instante, tan sólo una semana después, empieza a temerse lo peor. Y todo por una extraña maldición que le contamina en su estadio. Allí, en el enfermizo césped del Vicente Calderón, el campeón de Copa se ha dejado escapar 16 de los 21 últimos puntos disputados. Una cifra con pinta de récord del mundo, impensable para un aspirante al título. El Atlético lleva dos meses tirando a la basura ocasiones inmejorables de candar la Liga. "Es nuestro signo", se resigna Radomir Antic, "siempre nos corresponde luchar hasta el último límite".La derrota del sábado le impidió al líder cumplir sus deseos de cerrar la guerra. Pero, a cuatro jornadas para la conclusión del campeonato, sigue con una ventaja confortable. Tiene al Barcelona a tres puntos y al Valencia, a cuatro. Luego, en un hipotético empate a puntos con cualquiera de ellos o con ambos, el Atlético siempre estaría por delante. Además, le espera un calendario (Compostela y Tenerife, fuera, y Salamanca y Albacete, en casa) que el propio Radomir Antic calificó ayer de "asequible". Y tampoco temen especialmente los rojiblancos a ninguno de sus rivales directos. En realidad, la preocupación del Atlético procede de sí mismo. "El aspirante que más me asusta somos nosotros mismos", afirmó ayer Antic.

El preparador serbio reconoció como "un revés importante" el tropiezo ante el Valencia, aunque no lo suficientemente grande como para "caer en una depresión". El técnico conserva cierta tranquilidad porque el Atlético "aún depende de sí mismo", pero no esconde que el equipo ha caído en un preocupante mal como anfitrión: "Está claro, en casa debemos mejorar".

Antic no encuentra razones futbolísticas que justifiquen una racha de resultados tan negativa como la que junta el Atlético como anfitrión. "Cada partido fue una historia diferente", dice. "La verdad es que al final puedes creer en la mala suerte", añade, "'pero es muy fácil buscar excusas y eso nunca ha formado parte de nuestro comportamiento".

El técnico cree que ante el Valencia el Atlético jugó "correctamente", pero que fue víctima de algunas jugadas aisladas desafortunadas. Por ejemplo, habló del centro de Mijatovic que, tras tropezar en la cabeza de Geli, concluyó en el primer gol del encuentro: "Una jugada sin ningún peligro acabó en la misma escuadra...".

El Atlético tuvo el sábado la oportunidad de blindar el título. Pero, como tantas otras veces, la dejó escapar. Antic, sin embargo, está seguro de que sus jugadores no acusarán anímicamente el golpe: "Hasta ahora, éste equipo siempre que se vio en dificultades reaccionó de manera correcta. Lamentarse es lo último que queremos. Hay que pensar en positivo. Hace 15 días, el Barcelona ya nos daba por perdedores antes de tiempo. Pues ahora, dos semanas después, estamos en la misma situación de entonces".

Al líder se le viene ahora el Compostela, pero fuera de casa. Para él, todo un respiro.