TERMINÓ LA SUBASTA

Como guinda final a lo que fue una semana histórica para la casa de subastas Sotheby's en Nueva York, el viernes se vendieron tres almohadones por tres millones de pesetas en la jornada final de la venta del legado de Jacqueline Kennedy Onassis. Sotheby's, que había previsto recaudar cuatro millones de dólares por todos los lotes puestos a subasta desde el pasado martes, echó cuentas y le salió un total de 34,5 millones de dólares (más de 4.300 millones de pesetas) que ahora tendrá que repartirse con John y Caroline Kennedy. La compra, a golpe de chequera, de un trozo de la historia de EE UU, ha tenido varios momentos cumbre, como la adjudicación de una cinta métrica por seis millones de pesetas y de una bolsa de golf con palos dentro por 97 millones. Estos palos, al igual que un retrato de John F. Kennedy hecho por Norman Rockwell, los compró el actor Arnold Schwarzenegger, que está casado con la nieta del ex presidente María Kennedy Shriver. Vajillas, libros y sillas, en cualquier estado de conservación, todos hallaron un comprador dispuesto a pagar mucho más que la mejor previsión de la casa. La pieza más cara fue el diamante de 40 quilates, por la que el magnate del ketchup Heinz, Tony O'Reilly, desembolsó 325 millones de pesetas. Los lotes quedaron repartidos entre 556 compradores, la mayoría norteamericanos. Después de venderse el último artículo de la sesión del viernes, el último BMW que poseyó Jackie (modelo 1988), la jefa de Sotheby's Diana Brooks dijo que "el éxito de la subasta no es nuestro, sino de la señora Onassis. Su gracia y estilo, su dignidad y su coraje están detrás de los resultados de esta semana pasada".-