Francia alcanza en marzo la peor inflación desde agosto de 1990

El índice de precios al consumo aumentó en Francia en marzo, un 0,6%. Se trata de la mayor alza de precios conocida por el país desde el mes de agosto de 1990. La cifra de inflación no sería inquietante de no producirse en un contexto de crisis económica, cuando no de recesión, tal y como parece deducirse del retroceso del consumo en los meses de febrero (-0,5%) y marzo (1,2%). Si el dato acumulado durante el primer trimestre del ano sigue siendo positivo se debe al aumento del 5% del mes de enero, facilitado por las rebajas posteriores a las fiestas navideñas.Todos esos datos inducen a pensar que las previsiones de crecimiento hechas por el Gobierno no podrán cumplirse y que deberán ser revisadas a la baja de nuevo. En 1995 el crecimiento fue de un 2,2%, dos puntos por debajo de lo que se esperaba 12 meses antes, y 1996 parece dispuesto a seguir la misma tendencia. La tan prometida reducción de impuestos, que constaba en el programa del candidato Jacques Chirac, fue aplazada en 1995 y lo ha sido de nuevo en 1996 -los ciudadanos han de pagar 120.000 millones de francos más al erario público- pero eso no es todo. Un documento interno del Ministerio del Presupuesto revela que la disminución de la presión fiscal tampoco será posible en 1997.

Las causas de la actual situación son, según el Ministerio de Hacienda, la interdependencia, de la economía francesa de una economía comunitaria en crisis, y la falta de confianza de los consumidores. Los dato s oficiales hablan de un aumento del 1,5% en el poder de compra de los ciudadanos entre los años 1995 y 1996, pero esa mejora se ha traducido en un crecimiento del ahorro y no del consumo. La parte de los ingresos, una vez pagados los impuestos, destinada al ahorro ha pasado del 13,6% al 14,4%.

La única noticia positiva, aunque sólo moderadamente, la ha aportado el Banco de Francia, que ha reducido en 0,60 puntos el precio del dinero a diez días. Es una reducción muy limitada, que se esperaba mayor.