Carlos Kanki, difusor del arte español en Japón

Cuando un japonés en gira por Europa decide venir a Madrid para visitar el Museo del Prado o a Barcelona para ver el Museo Picasso, lo hace seguramente gracias a las enseñanzas que, en los últimos 30 años, impartió en su país el profesor Keizo Kanki. Nadie ha contribuido más que él a la difusión del arte español en Japón. Carlos Kanki -sus muchos amigos españoles le conocían por su nombre cristiano- falleció en Tokio el pasado 18 de abril. Había nacido en la prefectura de Yamaguchi en 1932. Le conocí en los años cincuenta, cuando él era estudiante en Madrid después de haberse licenciado en Yoshia Daigaku, Universidad Sofía, de Tokio. En España fue alumno de los profesores Angulo Íñiguez, Pita, Camón Aznar y Sánchez Cantón.Era Kanki Sensei, el profesor Kanki, un enamorado de la cultura española, y a ella dedicó su vida, y su actividad sirvió también para difundir la cultura japonesa entre nosotros. Se puede decir que su dedicación intelectual hizo el papel de puente entre dos países que cuando él empezó su vida docente eran muy desconocidos el uno del otro. Tradujo al japonés Tres horas en el Museo del Prado, de Eugenio D'Ors, así como Teoría del barroco, de Ortega, entre otros libros sobre el arte español. Y fue el organizador de numerosas exposiciones de pintura española en su país. Entre ellas, Goya y el arte de su tiempo, que conoció un enorme éxito en los años setenta, o más recientemente, en 1995, la titulada Picasso amor y angustia. El camino de Guernica. Carlos Kanki era académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y había sido distinguido con la orden de Alfonso X el Sabio.

El fallecimiento del profesor Kanki, en la madurez de su magisterio, priva a Japón de un eminente especialista en arte y a España de una de las personas que mejor comprendieron y amaron nuestra cultura y nuestro arte. Los españoles que tuvimos ocasión de conocerle y tratarle hemos perdido a un sabio y querido amigo.-