Carballo, en la senda de Blume
El único representante español en la élite gana el primer título mundial de la historia en la barra fija
, Casi han pasado 37 años y se vuelve a abrir el camino. La tarde del sábado Jesús Carballo ganó el primer título mundial de la gimnasia española. Nuestro único representante en la élite se impuso en la barra fija, la modalidad más espectacular, en el Campeonato por aparatos disputado en San Juan de Puerto Rico. Carballo, apellido ilustre en el deporte español y singularmente ligado a la gimnasia, ha abierto definitivamente la senda que dejó cerrada y vacía durante tantos años una de las grandes individualidades históricas del deporte español: Joaquín Blume. Con sólo 19 años, su madurez está aún por llegar, pero el premio a su trabajo y a su calidad ya ha llegado al máximo nivel. Incluso se esperaba su explosión general para los Juegos de Sydney 2000, pero ha demostrado que en los próximos de Atlanta puede adelantar el oro olímpico en algún aparato, e incluso antes, en los Europeos de mayo en Copenhague.
Sobre las cinco de la tarde del 29 de abril de 1959 empezaba una leyenda, que ya era una realidad. Un DC-3 de la compañía Iberia, que volaba de Barcelona a Madrid, se estrellaba en el pico de la Toba, en el límite de las provincias de Cuenca y Teruel. No hubo supervivientes. Entre los fallecidos estaba Blume, uno de los grandes deportistas que ha dado este país y mucho más por lo que pudo haber conseguido. La muerte, apenas dos meses antes de cumplir los 26 años, frustró definitivamente su ya escaso futuro cuando la política había matado casi todo su pasado.
Le esperaban los Juegos Olímpicos de Roma, en 1960, pero ya se había perdido los anteriores de Melbourne, en 1956, que la España franquista boicoteó como protesta por la represión soviética de Hungría. Y tampoco pudo ir a los Mundiales de Moscú, en 1958, por la falta de relaciones con la URSS.
El gimnasta completo
Un desastre, porque Blume había ganado la Copa de Europa de París, en 1957, cuando los soviéticos -Chukarin, Sajlin y Titov, sobre todo- dominaban ante los japoneses -Ono, especialmente- Es decir, casi equivalía a un título mundial. Y el español no sólo ganó el concurso general, sino también cuatro aparatos: anillas, caballo con aros, paralelas y barra fija. Estaba en el reparto de todas las medallas. Era un gimnasta completo, no sólo hacía perfecto el cristo en las anillas, como ha trascendido más de él. La gimnasia consta de seis aparatos y el mejor gimnasta puede, teóricamente, no ser el campeón en ninguno, pero sí estar bien colocado en todos Y también hay especialistas en determinados aparatos -como ahora el italiano Cecchi en anillas-, que jamás ganarán el concurso general. También José Ginés y Eva Rueda lograron medallas europeas sólo en aparatos. Carballo está en este camino, aunque pisando más fuerte que nadie en la primera gran ocasión. Pero no concursó en suelo y salto, por ejemplo, las de mayor exigencia de piernas. Y no pasó a la semifinal en anillas (18º) ni en caballo con aros (45º).El alumno de Marco Antonio Vázquez sólo esperaba meterse en una final -entre los 8 mejores- y no pudo en paralelas -fue 12º aunque logró bronce en la Copa de Europa de 1995-, pero sí en barra fija -3º, tras haber sido quinto en 1995-.Y triunfó después ante el búlgaro Dounev y el bielorruso Scherbo, el séxtuple oro de Barcelona. Todo un logro a su edad.
Y lo importante para la gimnasia española es que de estos Mundiales no sólo queda un nombre. Las mujeres han confirmado su calidad, muy superior a los hombres, donde sólo está Carballo. Por algo irán también como equipo a Atlanta. Se metieron en cuatro finales: Elizabeth Valle, cuarta en salto y Joana Juárez, sexta; Gemma Paz, quinta en suelo y Mercedes Pacheco, sexta en barra. Y todas entrenadas por Jesús Carballo, el padre del campeón y de otras dos posibles estrellas: Javier y Manuel, ya campeones de España en categorías inferiores. La dinastía sólo acaba de empezar.
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