UBS celebra su asamblea tras la fallida fusión con CS Holding

A pesar de las turbulencias vividas la semana pasada en la Unión de Bancos Suizos (UBS), tras la oferta de fusión del Crédito Suizo (CS) Holding, y que fue rechazada unánimemente por el consejo de administración del primer banco helvético el pasado jueves, la asamblea general de hoy se presenta relativamente tranquila. Una vez pasado el peligro, encarnado en uno de los principales accionistas, Martin Ebner, sólo un imprevisto de última hora evitaría que el candidato oficial del banco, Robert Studer, fuera elegido presidente en sustitución de Nikolaus Senn, que se jubila.Los dolores de cabeza de la UBS empezaron en noviembre de 1994, cuando Ebner, a través del BZ Bank, trató de impedir que la UBS introdujera la acción única al portador, lo que le iba a privar de un enorme poder y, en última instancia, del control de la UBS a través de las acciones nominativas. Desde entonces, la guerra abierta entre el banco y uno de sus principales accionistas, que exige a la UBS una política más rentable, no ha tenido tregua.

Ebner ha intentado que importantes accionistas, como la Suisse de Réassurances, Winterthur o Zurich Assurances, se alíen a su causa. En última instancia, y tal como el CS Holding planteó los términos de la fusión, Ebner se habría aliado con el presidente Rainer Gut. Éste, en una comunicación telefónica, habría dado un ultimátum a su homólogo de la UBS: o ambos bancos se fusionaban, o se aliaba con Ebner para impedir la elección de Studer en la asamblea de hoy.

La forma en que procedió el adversario sacó de sus casillas a la UBS. Gut exigía a su homólogo que adoptara una decisión de principio sobre la oferta antes de la asamblea. Comunicada en plenas vacaciones de Semana Santa, esa propuesta no dejó dormir a Senn en su casa de descanso de Florida.