El PSOE afirma que el Partido Popular provoca un "deterioro" de las condiciones de vida allá donde gobierna.

El PP, sin haber asumido formalmente el poder, está condicionando la actividad del resto de las fuerzas políticas. El PSOE es el primer afectado, ya que su estrategia de oposición tiene que esperar a que el presidente del PP, José María Aznar, forme Gobierno, pronuncie su discurso de investidura y dé a conocer los detalles del futuro acuerdo con los nacionalistas. Así se puso ayer de manifiesto en la reunión que celebraron en la sede del PSOE los responsables de política institucional de ese partido, convocados por el titular de ese área, Txiki Benegas. Eso sí, dicen que ya tienen datos para asegurar que en los ayuntamientos y en las comunidades autónomas donde gobiernan los populares se empiezan a "deteriorar gravemente las condiciones de vida de los ciudadanos".Los secretarios regionales del área institucional del PSOE, portavoces socialistas en los Parlamentos autonómicos, dirigentes de los grupos del Congreso y del Senado, como Juan José Laborda, Jesús Caldera y Mercedes Aroz, así como varios miembros de la ejecutiva, debatieron ayer durante varias horas sobre su actuación política futura. Poco que hacer de momento. En esta reunión a puerta cerrada hicieron declaraciones sobre su rechazo frontal a cualquier política del futuro Gobierno popular que ponga en peligro "el principio de solidaridad" por cuyo respeto han velado los socialistas, según su propia apreciación.

Como no hay detalles del curso de las negociaciones entre el PP y los nacionalistas, no estuvieron en condiciones de emitir un juicio a favor o en contra. Como quiera que la mayoría de los intervinientes en esta reunión están desde hace tiempo en la oposición en ayuntamientos y comunidades hubo exposiciones en trombas de cómo gobierna el Partido Popular.

Hubo intercambio de información y, al final, una síntesis de lo que piensan en conjunto: "La gestión del PP en aquellas comunidades autónomas y ayuntamientos donde gobierna ofrece un saldo de parálisis e ineficacia que amenaza con deteriorar gravemente las condiciones de vida de los ciudadanos".

La defensa de la cohesión social y territorial sigue llenando el discurso de los socialistas en sus comentarios sobre las negociaciones entre el PP y los partidos nacionalistas. El responsable de administración y finanzas del PSOE, Francisco Fernández Marugán, expuso ayer en alto ante sus compañeros "las paradojas" que, a su juicio, se están dando en el comportamiento del Partido Popular.

Todo lo que había sido duramente criticado cuando lo hacía el PSOE se admite ahora con absoluta normalidad. Incluso lo que los socialistas no se habían atrevido a hacer ni a decir ahora se hace explícito con toda naturalidad, ya sea la reforma de la Constitución, la federalización de España o el exceso de gasto social, según Marugán.

Es más, los socialistas no consiguieron arrumbar la idea de que los nacionalistas catalanes estaban ayudando a gobernar sin que ello conllevara "la esquilmación" del resto de las comunidades autónomas. "Parecía que con nosotros catalanes y vascos se estaban hartando de ganar dinero y ahora resulta que no sólo no fue así, sino que todavía queda mucho margen para su autogobierno", dijo Marugán a modo de desahogo.