El PC aragonés recibe "con alivio" la renuncia de siete dirigentes

La dirección del Partido Comunista en Aragón ha aceptado "sin problemas" e incluso con "alivio y satisfacción" en algún caso el abandono de la organización por parte de siete destacados militantes tras la última asamblea, celebrada el pasado fin de semana.En la última asamblea de los comunistas aragoneses salió reforzada la línea ortodoxa, pese a los resultados obtenidos en las pasa das elecciones generales. Entre los dirigentes que han abandonado el partido se encuentran el ex coordinador general de IU de Aragón, José Francisco Mendi, y el ex diputado José Luis Martínez.

Esta entrega del carné en grupo se une al goteo que desde el pasado verano ha ido apeando del Partido Comunista a diversos afiliados en Aragón, hasta superar la docena. Sin embargo, la decisión nada tiene que ver, en principio, con la marcha del PCE protagonizada por el comité del Partido Comunista en Cantabria, que se inscribe dentro de la corriente renovadora de Izquierda Unida.

Aun así, el fundador del Partido Democrático de Nueva Izquierda, Diego López Garrido, manifestó ayer que se está produciendo una fuga "bastante rápida" de militantes del Partido Comunista de España hacia la formación que él lidera junto con Cristina Almeida, y señaló que aunque Nueva Izquierda no se ha planteado salir de IU, sí está claro que es un nuevo partido que apuesta por el diálogo con el PSOE. Garrido aludió al pase a su formación de un diputado de IU en Aragón que militaba en el PCE, informa Servímedia.

Bajas positivas

El reelegido secretario general, Juan Manuel Aragües, ve como positivas estas bajas ya que "ayudan a clarificar las posturas". La crisis se agudizó, precisamente, a raíz de la propuesta de disolución del PCE con motivo de los malos resultados electorales cosechados por la "línea dura", que marginó de las candidaturas a los calificados como renovadores.

El apoyo dado por los renovadores al PSOE en 1993 para que, vía moción de censura y en colaboración con un diputado tránsfuga del PP, colocaran al socialista José Marco en la presidencia del Gobierno regional, en sustitución de la coalición Par-PP, es lo que Aragües definió como el "matiz autóctono a la crisis nacional" de los comunistas.

Si bien el abandono del partido no se ha realizado de forma masiva, la singularidad de los renunciantes, en su mayoría cargos públicos de esta comunidad, ha generado un amplio debate en la izquierda aragonesa. Los ya ex militantes comunistas han manifestado su intención de no formar una nueva corriente de opinión, ni integrarse, de momento, en las ya existentes en Izquierda Unida.

En Aragón la militancia de IU está compuesta por unas 2.500 personas, de las que 800 son afiliados al PCE. En los tres últimos años la situación de IU en esta región ha sido de permanente conflicto porque la línea ortodoxa ha ido ganando peso frente a la renovadora.