Michael Laudrup deja el fútbol español

Michael Laudrup, de 31 años, se va del Real Madrid. La noticia, aunque esperada, sorprendió a todos, especialmente a sus compañeros. El danés anunció ayer que le había puesto fecha de caducidad a su relación con el fútbol español: el 30 de junio. Su intención es seguir jugando una temporada más, pero no en España, tampoco en Europa. Lo hará en Estados Unidos o en Japón. Laudrup había comunicado su decisión al presidente del Madrid, Lorenzo Sanz, antes de la eliminatoria contra la Juventus. "Me hubiera gustado marcharme ganando mi segunda Copa de Europa", dijo en su despedida.

Laudrup no convocó una conferencia de prensa especial. Tampoco buscó un día especial. Ayer martes, tras el entrenamiento habitual del Madrid, comunicó su decisión. Su rostro mostraba signos de tristeza, de tensión, informa Óscar Sanz. El danés reconoció que la decisión estaba tomada hace tiempo, aunque la mayoría de los rumores se empeñaran en dejar una puerta abierta. El Madrid estaba a la espera."El actual va a ser mi último año en el fútbol español", dijo. "Creo que uno debe dejarlo cuando está a tope, cuando está arriba. Esperaba ganar la Copa de Europa con el Madrid, pero no ha podido ser. Sólo me queda volcarme para que entremos en la UEFA". Laudrup reconoció que habría preferido despedirse en una situación distinta, "como la de Rijkaard, en el Ajax, que lo dejó siendo campeón de Europa".

Hace tiempo que lo decidió. Nada le hubiera hecho cambiar de opinión. "Ni siquiera ese soñado título europeo". Tampoco, aclara, ha influido el difícil momento que vive el Madrid: "No ha habido un hecho definitivo que haya provocado mi decisión, ni una situación concreta, ni un partido determinado. El Madrid es el último equipo grande en el que podía seguir jugando".

Laudrup tiene claro que seguirá un año más jugando al fútbol. "Porque", explicó, "no quiero que el cambio sea demasiado brusco. No imagino pasar de jugar un domingo en el Bernabéu ante 100.000 personas a hacerlo el lunes en el jardín de mi casa con los amigos. Por eso seguiré en activo. Me iré a Estados Unidos o a Japón. Y me da lo mismo hacerlo en un equipo de Primera o de Tercera. Después del Madrid quedan pocas cosas por hacer".

Las dudas sobre el adiós de Laudrup se habían mantenido durante las últimas semanas. El jugador llegó a asegurar que seguiría en el club incluso por la mitad de lo que cobra actualmente (280 millones al año). "Me preguntaron si era consciente de la situación económica del Madrid. Y respondí que sí, que sabía que sólo en el Madrid podría seguir en la élite y que la otra alternativa era la retirada. Siempre hubo dudas, pero nunca motivadas por el dinero".

Sobre una posible marcha atrás en su decisión, porque la afición o el club se lo pidan, el danés fue tajante: "Me conocéis y sabéis que es definitivo. Es mejor dejarlo cuando la mayoría te pide seguir que hacerlo cuando están deseando que te vayas".

Laudrup no lanzó una sola queja contra el Madrid. "Yo no puedo irme decepcionado con nada, ni con este país ni con el Madrid. Prefiero no hablar de momento de los recuerdos, no convertir esto en una despedida. Porque quedan ocho partidos importantísimos para mi equipo. Cuando pasen, será la ocasión de las despedidas, de recordar los éxitos y las decepciones..., aunque no creo llevarme ni una de España".

Sólo tres miembros del club conocían las intenciones del danés. Uno era Lorenzo Sanz, el presidente, "al que se lo comuniqué hace tres semanas". Fue antes del partido contra la Juventus, cuyo resultado, según el danés, "nunca hubiera influido en mi pensamiento". Otro que estaba en el secreto era Michel. Al resto de los jugadores les sorprendió la noticia.

"¿Pero es verdad lo que contáis?", fue la respuesta de Alkorta. "Me dejáis de piedra, de verdad. No sé qué decir. El Madrid pierde un extraordinario jugador y nosotros un gran amigo y una magnífica persona. El público madridista ha tenido la suerte de disfrutar de él cada quince días, y yo he tenido el privilegio de hacerlo cada día, en cada entrenamiento. Y eso no tiene precio".

No menos concluyente fue Luis Enrique, quien aseguró que "se va el mejor jugador, extranjero que ha tenido el fútbol español en los últimos años". Quique se refirió al danés como "un gran compañero, un espectáculo. Como jugador tengo poco que decir, pues hace tiempo que Michael goza del reconocimiento mundial". Cañizares fue uno de los que menos disimuló su incredulidad: "Me dejas de una pieza, totalmente impresionado", dijo. "Me duele de corazón, porque es un tipo al que se le quiere en todos los campos de España".

Michel, el mejor amigo del danés en la plantilla, se fue de la Ciudad Deportiva antes de que aquél anunciara públicamente su decisión. Por eso no habló del tema. Sí lo hizo sobre su futuro. Y demostró cierta inquietud: "La última vez que hablé con el presidente me dijo que renovaría. Y yo me fío de él", declaró.

Más tranquilo se mostró Zamorano al referirse a su situación: "Dije que en marzo lo tendría todo claro, pero ahora me he dado un margen más amplio. Cuando lo decida lo haré público como lo ha hecho Michael. Sobre él diré que, estemos donde estemos, todos los que hemos jugado con Michael Laudrup le echaremos de menos".