El Valencia avala su candidatura

El Valencia pasó como un huracán por San Lázaro y demostró su poderío en un campo del que salieron trasquilados varios de los equipos grandes de la Liga. Su exhibición tiene más mérito por saber sobreponerse a una expulsión que le dejó en inferioridad cuando aún quedaba más de medio partido por jugarse. En vez de lamentarse, el Valencia siguió golpeando y acabó por obtener una goleada.El Compostela jugó de forma valiente, pero fue víctima de un equipo que ha demostrado poseer el mejor juego de contragolpe de la Liga. Con un jugador como Mijatovic ni siquiera quedarse con diez es un problema. El montenegrino se bastó para mantener en jaque a la defensa local durante todo el segundo tiempo. A diez jornadas del final el Valencia presentó su candidatura definitiva a la lucha por el título.El Compostela afrontó el partido muy mermado por las bajas. La ausencia de tres titulares indiscutibles -Passi, Fabiano y Lekumberri- condicionó el planteamiento de Fernando Vázquez. El técnico gallego decidió arriesgar en el envite y dispuso una defensa muy adelantada, con el fin de acortar al máximo el terreno de juego. La apuesta sirvió para frenar inicialmente las galopadas de Mijatovic, pero los problemas surgieron en la banda contraria, donde las internadas de Mendieta anunciaron peligro constantemente. En una de ellas encontró el Valencia el primer gol.

Hasta ese momento el balón no había tenido dueño y el interés del juego se limitaba a la lucha entre la defensa del Compostela por provocar el fuera de juego y la habilidad de los delanteros rivales para evitarlo. Como suele suceder, la cuerda acabó rompiéndose por el lado más débil. Con el marcador en contra y la obligación de tomar el mando la importancia de las bajas locales se reveló decisiva.

La absurda expulsión de Javi Navarro anunciaba problemas para el Valencia, pero por una vez el Compostela no supo aprovechar esta debilidad de su rival. Al contrario, cuatro minutos después de quedarse en inferioridad numérica el Valencia sentenciaba con un segundo gol en el que Viola volvió a demostrar su efectividad. El brasileño apenas entró en juego, pero convirtió en gol los dos balones claros de los que dispuso.

El Compostela salió en el segundo tiempo con la consigna de sitiarlo todo para intentar el milagro. Pero esta vez la suerte no le ayudó. Tuvo su oportunidad de volver al partido en un gran disparo de Nacho que despejó Zubizarreta, pero las tenues esperanzas quedaron cortadas dos minutos después en un contraataque del Valencia en el que hasta el encharcado campo de San Lázaro se conjuró contra el equipo local: el agua frenó el balón e impidió a Villena despejar. Fue el signo definitivo de que al Compostela parace haberle abandonado la fortuna en su objetivo, cada vez más lejano, de alcanzar una plaza europea.

Con el marcador ya decidido, Mijatovic culminó su gran actuación del segundo tiempo con un libre directo impecable.