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Una irrupción vertiginosa

Las claves del éxito de Villeneuve hay que buscarlas en el largo invierno que ha pasado entrenándose en solitario en gran parte de los circuitos europeos, esforzándose al máximo para obtener los mejores resultados, rodando siempre en tiempos cercanos a los récords de los circuitos de Estoril, Silverstone o Monza. Ha llegado con muchos kilómetros a sus espaldas. Ha ensayado cientos de veces la arrancada -en la fórmula Indy se arranca con el coche lanzado- y ha aprendido bien la lección: no falló en ninguna de las dos salidas de Melbourne.Villeneuve procede de un campeonato que discurre en circuitos ovales y urbanos, rodeados de muros, por lo que no se sintió extraño entre las paredes de Melbourne, lanzado a 290 kilómetros por hora.

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La 'leyenda Villeneuve'

La forma de ver una pista entre paredes es distinta en un espacio . natural abierto, y el circuito australiano era desconocido para todos. La pista fue, sin duda, su aliada, pero nadie pudo igualar su tiempo y. su sangre fría en la única hora de entrenamientos cronometrados de¡ sábado; todos se quedaron sorprendidos por su audacia, y todos habían arrancado en los primeros entrenamientos del viernes en igualdad de condiciones.

Quizás en Sáo Paulo, en el circuito de Interlagos, próxima cita del Mundial el día 31 de marzo, lo tenga más dificil. Allí ya han corrido todos sus rivales y él tendrá tan sólo tres horas y media para poner el coche a punto antes de la hora decisiva de cronometraje para la parrilla.

La tormenta Villeneuve ha revolucionado la fórmula 1. En el circuito de Melbourne, en la sala de prensa, todo el mundo aplaudió cuando superó a Hill en una arriesgada maniobra, todo el mundo estaba con él, y todos mostraron su decepción cuando le falló el motor. Villeneuve ha calado hondo, no sólo entre la prensa, sino entre la afición, que necesitaba savia nueva a la que seguir y apoyar. La leyenda Villeneuve renace de nuevo.

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