El Vez pone risa y picante al recuerdo de Elvis Presley

México, tan pegadito a Estados Unidos, fue el primer lugar donde el rock and roll se tradujo al castellano. Enrique Guzmán con sus Teen Tops adaptó en los cincuenta los éxitos que habían popularizado Elvis Presley, Chuck Berry o Little Richard. En esa tradición de mezclar el rock and roll más genuino con los ecos hispanos se encuentra El Vez, el pintoresco cantante que hoy se acerca a El Sol para presentar el disco Never been to Spqin (until now), es decir, Nunca he estado en España (hasta ahora). A su manera, y casi por el nombre de guerra que utiliza, es una especie de imitador de Elvis Presley en su vertiente más exótica. Pero no es uno más: su apuesta es atrevida, y de la clonación sale un artista nuevo, original y, sobre todo, divertido.

Las Bellas Elvettes

Roberto López, nombre verdadero de este divino mexicano, comenzó su imitación de Elvis el día que inauguró su galería de arte La Luz de Jesús para exponer sus obras inspiradas en el santoral español. Era 1988, y unos imitadores de Elvis invitados a la inauguración le produjeron tal rechazo que él decidió hacer la suya propia."Soy el Elvis mexicano, un cruzero de cultura peliando por la verdad, justicia y el sueño mexicano-americano", escribe El Vez en una especie de misiva que anuncia su concierto: "Me estoy preparando para mi primer tour de España y espero verte ayí. Estaré tocando con mi conjunto Los Menphis Mariachi y con las Bellas Elvettes. Cuando yo llegue a España será como Cortés al revés con El Vez. Agarraré la cultura de Elvis como tú la conoces y la voltearé. Después te daré la viruela de rock and roll, covijas y cuentas para clásico tesoro español. Pero lo amarás".

Como un Elvis vestido de charro, su espectáculo es una sucesión de efectos y coreografías en el más puro concepto cursi. No hay descanso. El rock de la cárcel o Fever suenan distintas mezcladas con chile, guacamole y picante jarapeño.

El Vez actúa hoy en El Sol (Jardines, 3, metro Sol), 23.30, 1.600 pesetas.