Ballesteros y Olaza al pierden en su regreso
En un ambiente festivo -cuatro personas haciendo lo que más les gusta en la vida: jugar al golf -un día de buen tiempo-, los escoceses Sam Torrance y Colin Montgomerie ganaron una apuesta y se embolsaron 10 millones de pesetas tras imponerse en la Copa Canarias, ayer, en el Real Club de Golf de Las Palmas. Relajados y distendidos, Severiano Ballesteros y José María Olazábal hicieron cosas bonitas, volvieron a sentir el hormigueo de la competición -aunque fuera en un partido amistoso- y se resintieron de los seis meses de descanso de que han tenido que disponer por lesiones y cansancio psicológico.El duelo entre, escoceses y españoles, disputado bajo la modalidad de cuatro bolas puntuando la mejor, no pudo haber sido más emocionante de haber seguido un guión. En el hoyo 5º, Torrance y Montgomerie ganaban por dos; en el 10º los españoles ya habían logrado empatar; en el 12º Olazábal y Ballesteros mandaban por uno; en el 15º de nuevo empate; finalmente, en el 17º y 18º los escoceses marcaron la diferencia ante los desentrenados españoles.
Mientras, el circuito americano ha entrado en harina. El open Doral-Ryder marca la emigración de los golfistas desde California hasta Florida y la entrada de los grandes nombres en competición. Y uno de los más grandes ya ha mostrado los dientes y sus ambiciones: Greg Norman, que se impuso por dos golpes a Vijay Singh y Michael Bradley. El Masters de Augusta, primer grande de la temporada, ya sólo se encuentra a la vuelta de un mes.