CAPRICHO DE SULTÁN
El pasado domingo, el sultán de Brunei, Mudda Hassanal Bolkiah, cuya fortuna se valora en 37.000 millones de dólares (más de 4,5 billones de pesetas), sucumbió al deseo de su hija: viajar en tren de Zúrich a Ginebra. El excelente tiempo y 20.000 francos suizos (algo más de dos millones de pesetas) contribuyeron a satisfacer tales reales deseos. La suerte estuvo de su parte en todo momento. Aunque el deseo del sultán hubiera sido añadir un vagón especial para albergar a su séquito de 40 personas en un tren de línea regular -por aquello de tener la sensación de mezclarse con el pueblo sin que éste le tocara-, no pudo llevarse finalmente a cabo por problemas técnicos. Según el portavoz de los ferrocarriles suizos, Urs Neuenaschwander, el sultán tuvo suerte que en la estación se encontraran dos vagones con vista panorámica dispuestos a ser alquilados. Tras cambiar la cristalería de plástico por una a la altura de las circunstancias y añadir una locomotora a los vagones, a las cinco y cuarto de la tarde se pondrían en ruta hacia Ginebra. "Casi todo es posible con dinero", admite Neuenaschwander. Al llegar a Ginebra, el jet privado esperaba a tan ilustres viajeros para trasladarles a Londres.-
