Conmoción en Londres por la explosión de un autobús urbano que provoca ocho heridos
El pánico sacudió de nuevo anoche el centro de Londres nueve días después del atentado del Ejército Republicano Irlandés (IRA) en los Docklands, que causó dos muertos y una treintena de heridos. Un autobús urbano de dos plantas estalló por los aires cuando circulaba por el centro de la capital británica. Al menos ocho personas resultaron heridas, una de ellas, el conductor del vehículo, de extrema gravedad. Informes no confirmados hablaban de la existencia de tres víctimas mortales, sin qué la policía ofreciera datos más precisos a las tres y media de esta madrugada.
Scotland Yard aseguraba no haber recibido llamada alguna advirtiendo de la existencia de un artefacto, como en el caso de las dos bombas colocadas por el IRA en el plazo de poco más de una semana en la capital británica. Pese a esta total inconcreción y al caos informativo que sucedió a la explosión, sectores políticos de Irlanda del Norte culpaban ayer sin ninguna duda al IRA de lo ocurrido.Eran las 22.38 de la noche (una hora más tarde en Madrid), cuando el autobús, uno de los centenares que recorren cada día la capital británica cargados de viajeros, estalló en mitad de WeIlington Street, junto al Strand, una zona repleta de teatros, pubs y restaurantes situada no lejos del teatro de la ópera de Covent Garden.
"Iba caminando por la calle cuando de repente vi un destello blanco en el cielo, cuando miré hacia abajo vi los despojos de un autobús de dos plantas", explicó Anthony Yates, de 26 años, que presenció la explosión de ayer.
Charcos de sangre
La primera impresión de los testigos fue de un absoluto caos en la calle donde yacían, entre cristales rotos, charcos de sangre y deshechos del autobús, varios heridos. La explosión provocó un tremendo estruendo que hizo a los clientes de los pubs salir a la puerta. "Oí una explosión impresionante y un fuerte golpe, así que salimos todos a la calle a ver qué pasaba", explicó Mark Johnson, un estudiante de Derecho canadiense de 25 años que tomaba unas copas en el pub Wellington, en el Strand, cuando el autobús explotó. "El pánico fue general, muchos temían que explotara otra bomba". A unos pasos del autobús destrozado, el escaparate de una sucursal del Westminster Bank aparecía hecho trizas. Para entonces comenzaron a llegar ambulancias, coches de bomberos y la policía procedió a acordonar la zona que fue posteriormente desalojada.La explosión se produce en un momento de especial temor en Londres a una escalada de la violencia del Ejército Republicano Irlandés, que acaba de romper una tregua de paz de 17 meses. En nueve días el IRA se ha responsabilizado de la colocación de dos bombas, la segunda de las cuales, que contenía cinco kilogramos de Semtex, fue desactivada por la policía.
El primer ministro británico, John Major, fue informado anoche de la explosión, de la que, sin embargo, la policía no había ofrecido ningún detalle a la hora de cerrar esta edición. Un reportero de la emisora de televisión Sky News aventuró la posibilidad, citando imprecisas fuentes policiales, de que la explosión hubiera sido causada por una bomba colocada en la parte superior del autobús, que al parecer carecía de techo para facilitar la vista panorámica.
Escalada de bombas
En Irlanda del Norte se produjeron las primeras reacciones de condena a lo que muchos consideraban como un inequívoco atentado del IRA. Peter Robinson, diputado del partido Unionista Democrático dijo que la escalada de bombas en Londres demuestra que el IRA y su brazo político, el Sinn Fein, deben ser marginados del proceso de paz. Ayer se supo que los servicios de inteligencia británicos MI5 habían dirigido un informe al primer ministro advirtiéndole de que el IRA se ha embarcado en una campana de violencia que durará, dos años.Mientras tanto, antes de la misteriosa e inexplicada explosión de ayer en el centro de Londres, el primer ministro irlandés, John Bruton, hizo un nuevo llamamiento al IRA para que detenga la nueva campaña de violencia inaugurada con el atentado del pasado día 9. Aprovechando una entrevista en la BBC, televisión pública británica, Bruton reclamó directamente al Consejo Militar del IRA que restaure el alto el fuego. "Vuestros asesinatos durante los últimos 25 años sólo han conseguido dividir al pueblo de la isla de Irlanda", dijo el primer ministro, cuya negativa a entrevistarse con Gerry Adams, líder del Sinn Fein que representa al IRA en la arena política, se mantiene desde la ruptura de la tregua.
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