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El Taugrés busca en Moscú, el acceso a su tercera final europea

El Taugrés buscará hoy en Moscú una victoria que casi le garantizaría su presencia en la final de la Copa de Europa por tercera vez y con el aliciente añadido de que ésta se disputará en el pabellón Araba de Vitoria, una cancha en la que el conjunto vitoriano sólo ha perdido un partido europeo en los últimos tres años. La resurrección del Taugrés, casi desahuciado en la Copa de Europa hasta la última jornada, ha elevado el listón del optimismo para su enfrentamiento con el Dinamo de Moscú (17.00 horas, ETB). La semifinal se disputa al mejor de tres partidos y el hipotético desempate se celebraría en la cancha del Taugrés.Sin embargo, las dificultades son evidentes. La lesión del pívot Kenny Green y los desaciertos en los cambios de americano, han conducido al Taugrés a una situación de inferioridad respecto a lo previsto al principio de la temporada. La ausencia de Green reduce su potencial reboteador y dificulta así su juego natural. El Dinamo de Moscú es un conjunto que brilla en esa faceta aunque su auténtica estrella es Serguei Bazarevich, un base de 188 centímetros subcampeón con RUsia en el Mundial de Toronto, y que ha jugado en Turquía, en Caserta, en la NBA (Attanta Hawks) y en el Cáceres español para retornar de nuevo a Moscú. Ranko Zeravika, técnico del Partizan, dijo en Vitoria que las posibilidades del Taugrés chocaban con Bazarevich: "El Taugrés no tiene un base capacitado para frenar a este jugador".

El poder reboteador del Dinamo de Moscú lo lidera Nosov, un pívot al que ya se ha enfrentado el conjunto de Manel Comas precisamente en la final de esta competición cuando militaba en el Olimpia que se hizo con el título. El bielorruso Dainenko completa el triángulo de efectividad con un promedio de 23 puntos por partido.

Terceto de lujo

El Taugrés, no obstante, se ha sobrepuesto a los problemas derivados de la lesión de Green y las dificultades físicas del base Ferran López. La irrupción de los pívots Reyes y Cazorla han compensado un banquillo que constituía siempre la principal debilidad de este equipo. Marcelo Nicola -con problemas por el cansancio acumulado-, Rivas y Perasovic protagonizan su trío de lujo para oponerse al Dinamo de Moscú. Incluso el base Millera ha manifestado una aportación importante en los compromisos difíciles.

El Taugrés busca una victoria en Moscú porque dispondría luego de dos partidos en su cancha para acceder a la final. Dice la tradición que en esas circunstancias difícilmente un equipo fracasa dos veces seguidas en tan corto espacio de tiempo. Además, en el pabellón Araba sólo el Zalgiris ha logrado vencer desde diciembre de 1992 cuando el Taugrés perdió en la Copa Korak ante el Virtus de Bolonia.

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