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El voto estéril

¿Quién ha tenido más influencia en la dirección política del Estado desde la entrada en vigor de la Constitución: el PCE (1979-1986) IU (1989-1996) o el nacionalismo catalán (CiU) y vasco (PNV)? ¿Quién va a tener con toda seguridad más influencia después, del 3 de marzo?Creo que cualquiera que reflexione serenamente sobre lo que ha sido la trayectoria política de nuestra democracia en estos 18 años advierte inmediatamente que hay una suerte de constitución política material de España que consiste en que el partido nacional-español que ocupa el Gobierno de la Nación tiene que entenderse con el nacionalismo catalán y vasco y tiene que encontrarles un acomodo en la dirección del Estado. Así le ocurrió a la UCD. Así le ha ocurrido también al PSOE. Y así le ocurrirá al partido nacional-español que gobierne después del 3 de marzo, tanto si es el PP como si es el PSOE. No está escrito en ninguna parte, pero es así.

Éste es el problema en todo caso insoslayable en la dirección política de España. Se tenga mayoría absoluta o no se tenga, aunque no sea lo mismo tenerla que no tenerla. No creo que nadie que tenga un mínimo de sentido común y de conocimiento de nuestra historia política desde hace por lo menos algo más de: un siglo, desde la Revolución de 1868, pueda ignorar esta realidad sin coste para su proyecto de dirección política del país y con coste, como consecuencia de ello, para la convivencia pacífica entre los españoles.Por desgracia, eso no ocurre con IU. Y no ocurre por la propia autoubicación de dicha fuerza política como consecuencia de la "hegemonía" del PCE en el interior de la misma. Con la tesis de las "dos orillas" y con su autoubicación en solitario en una de ellas, la izquierda, mientras que todas las demás son situadas en la derecha, IU se cierra toda posibilidad de incidir positivamente en la dirección política del Estado. Sus votos son exclusivamente negativos. Pueden ser utilizados para alcanzar mayorías de desgobierno, como ha ocurrido en Andalucía, pero para nada más. De ahí que el voto de IU más que inútil sea estéril. Se ha colocado en una posición en la que no sirve para nada ni para nadie.

Por eso, sí hubo algo que ha sido importante en la dirección del Estado y que no estuvo presente en los debates electorales de 1993, no fue la ausencia de los mismos de IU, sino la ausencia de los nacionalismos catalán y vasco. Los debates se celebraron como si España fuera un Estado unitario y no un Estado políticamente descentralizado, en el que hay fuerzas políticas que no tienen implantación en todo el territorio del Estado, pero que tienen un peso suficiente como para condicionar la dirección del Estado. Éste sí es un problema sobre el que los electores deben recibir información. IU, a menos que cambiara radicalmente su estrategia, no va a contar para nada en cualquiera de las posibles combinaciones posteriores al 3 de marzo para la dirección del Estado. CiU y PNV van a contar con cualquiera de ellas. Con el PP o con el PSOE. De una manera o de otra, pero van a contar.

¿Es razonable que se imponga la presencia en el debate, electoral de quien no ha contado, ni cuenta ni va a contar en la dirección política del Estado y se, excluya a quienes han contado, cuentan y van a contar? ¿Es la esterilidad política lo que se quiere primar? ¿Es ése el "proyecto sugestivo de vida en común", por utilizar la expresión de Ortega, que el PP tiene para los españoles?

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