El colista derrota al invicto

El colista logró en Santiago la victoria que hasta ahora nadie había podido conseguir. Su condición de equipo casi desahuciado ayudó al Valladolid, que estrenaba técnico, a vencer a un Compostela que pagó su exceso de confianza inicial.Algunos jugadores del Compostela están afectados por el mal de altura. Parece casi lógico por la posición que ocupa el equipo en la tabla, pero la sensación de euforia que rodea al Compostela puede acabar frustrando una gran temporada. El griterío que reclama un puesto en la UEFA para el próximo año, alentado desde el propio club, ha rendido escasos resultados: un punto en los últimos tres partidos.El Compostela comenzó el partido a un ritmo pausado. olvidó la salida en tromba que a lo largo de la temporada le permitió encarrilar varios partidos. Pagó cara esta temeridad. A los cinco minutos el Valladolid ya había tenido tres llegadas claras a la portería de Falagán, con un tiro al poste y un gol como bagaje. La banda derecha del Compostela era una autopista por la que Fernando circulaba a toda velocidad sin ningún obstáculo.

El gol en contra hizo desperezarse al Compostela, que puso cerco al área contraria. La desventaja no parecía insalvable. Pero también la mala suerte se conjuró ayer contra el Compostela. Un disparo de aspecto inocuo de Quevedo se escurrió entre el cuerpo y los brazos de Falagán y acabó traspasando la línea de gol. El premio era excesivo para los méritos del Valladolid, pero el fútbol nunca está a salvo de los accidentes.

A partir de ese momento el Valladolid amuralló su área y el Compostela se lanzó al ataque con más voluntad que acierto. Hasta el final del primer tiempo apenas creo alguna ocasión de peligro. Sus delanteros casi nunca lograban entrar en juego y nadie irrumpía desde atrás para sorprender.

Tras el descanso, Fernando Vázquez intentó cambiar la faz de su equipo con la entrada de Virgilio y Paniagua. El Compostela puso más ganas y ni siquiera se arredró con el tercer gol del Valladolid en un magnífico contraataque. Un gol de penalti volvió a dar esperanzas a los locales, pero desperdiciaron demasiadas ocasiones.

El Valladolid obtuvo su primera victoria a domicilio de la temporada, algo que puede servirle de trampolín para la salvación.