"Quiero ser el mejor futbofista del mundo"

Un día de 1994, un niño hombre de armas tomar, de 17 años, jugaba en el equipo filial del Real Madrid y brutalizó la inteligencia y el saber del entonces entrenador merengue, Jorge Valdano. Así se disparó una historia mágica dictada por el fútbol y escrita por una pareja enamorada. Primer capítulo: Valdano convocó al anónimo Raúl y el chico se personó en la cita de su vida con 20 minutos de retraso...

Pregunta. ¿Llegó tarde por estúpido o por chulo?

Respuesta. Por culpa de mis padres.

P. ¿Ya está en marcha algo así como "la quinta del Buitre".?

R. No creo, hay que esperar algunos años.

P. Ahora, con 18 años, en el Madrid, con coche, ¿qué le diferencia de un chico del barrio obrero Marconi, donde vivía?

R. Que me conocen más por la calle.

P. ¿Qué le diferencia de un angelito?

R. Que tengo muchos defectos.

P. Diga uno sólo, venga.

R. Tengo muy mala uva.

P. ¿Suele comer cogollos de Tudela con anchoas?

R. No.

P. ¿Qué cena?

R. Lo que pone mi madre.

P. ¿Tiene esmoquin ya?

R. No, y espero no tenerlo.

P. Cruyff habló largo con Valdano porque lo despidieron: ¿usted que hizo?

R. Llamarle.

P. ¿Ha llorado a solas por Valdano?

R. Sí, un poco.

P. ¿Qué lee en los desplazamientos del equipo?

R. Libros de COU.

P. ¿Qué es un balón sin estrenar?

R. Un amigo sin pulir.

P. ¿Qué es el estadio Bernabéu?

R. Un monumento.

P. ¿Qué es una escopeta?

R. Un amigo.

P. ¿Qué tiene la caza para el cazador Raúl?

R. Un aire fresco que me regala la vida.

P. ¿De qué color es la crisis del Madrid?

R. Es blanca.

P. ¿Cuánto vale Raúl durmiendo en casa de sus padres?

R. Para mi padre, más que El Corte Inglés.

P. Tiene una mirada infantil: ¿cómo la nota?

R. No creo tenerla.

P. Pero sí la tiene retadora: ¿qué dice eso?

R. Que quiero ser el mejor futbolista del mundo.

P. ¿Hay mucha obediencia burocrática en el fútbol?

R. Como en todas partes.

P. ¿Cuánto hay de cojones en el fútbol y cuánto de señoritos?

R. Para mí, lo primero va por delante.

P. ¿Ha olido ya al bruxo Arsenio Iglesias?

R. Me lo huelo...

P. ¿Ha comulgado alguna vez con piedras de molino?

R. Nunca.

P. ¿Y con Ramón Mendoza ha paseado?

R. Alguna vez.

P. ¿Lo tuteaba?

R. No.

P. ¿De qué jugador aprende más?

R. De Maradona puedo aprender todo lo bueno y todo, lo malo.

P. ¿Llegará a lo malo?

R. No.

P. ¿Qué diferencia a su carácter del de Laudrup?

R. Somos distintos.

P. Le ruego que se moje un poco sólo: ¿qué defecto tiene Valdano?

R. Es demasiado confiado.

P. Mójese más, por favor:

R. Lo que piensa, lo hace.

P. Las mujeres es de suponer que no lo interesan aún. ¿O me equivoco?

R. Alguna, sí.

P. ¿Son bastante grandes las porterías?

R. Están bien así.

P. ¿Admira a Javier Clemente?

R. Mucho.

P. ¿Es más peligroso un penalti o tres mujeres yendo de compras?

R. Tres mujeres de compras.

P. Usted fue forofo del Atlético. ¿Cómo ama al Madrid?

R. Cuando lo conoces por dentro es un flechazo.

P. ¿Está satisfecho con lo que gana?

R. No me preocupa.

P. ¿Qué cantante le hace botar?

R. El grupo Héroes del Silencio.

P. ¿Y cuál le hace gozar?

R. El último de la Fila.

P. ¿Le gustaría adoptar un hijo?

R. Prefiero tenerlo yo.

P. ¿Es del Madrid de los callos y el cocido o del Madrid de las hamburgueserías?

R. De los dos.

P. ¿Qué sería Cappa sin Valdano?

R. Otro gran entrenador.

P. Se dice que usted tiene dos motores.

R. Porque soy joven y acabo de empezar.

P. ¿Quiere dedicarle unas palabas a Lorenzo Sanz?

R. Suerte y al toro...

P. ¿Qué es el dinero?

R. La gasolina.

P. ¿Cuánto mide su talento futbolístico?

R. Lo que mido yo: 1,81 metros.