El Numancia sigue su cruzada

La leyenda del Numancia continúa. Su cruzada contra los equipos norteños de Primera División encontró una nueva víctima en el Sporting, que se fue de la Copa resignado al embrujo del equipo soriano.El Numancia, quizá a fuerza de rozarse con equipos de Primera, se mostró desde el primer momento como un conjunto que sabía lo que quería. Para empezar, Lotina dispuso un planteamiento que no dejaba entrever ningún miedo. No había lugar para la épica, porque los sorianos no plantearon de mano una defensa numantina.

Bastó una buena disposición táctica para impedir que el Sporting se acercase al área de Echevarría. Los problemas sportinguistas se agravaron en el minuto 21 con la expulsión de Hugo Pérez, el hombre que más parecía empeñado en mostrar cómo alcanzar los objetivos. Novoa, que había intentado recuperar el 4-4-2, prescindió de un defensa para mantener el dibujo del centro del campo hacia arriba.

A pesar de todo, el primer tiempo se consumió entre barullo y barullo, con una sola oportunidad sportinguista y el susto en el minuto 45, cuando Artigas lanzó una falta obligando a Ablanedo a emplearse a fondo para detenerla.

En el segundo tiempo Novoa sacó toda su artillería, pero no sirvió de nada porque faltó la munición. Hubo alguna oportunidad más, pero la falta de puntería y un gran desvío de Echevarría a remate de Lediakhov a falta de cuatro minutos hizo posible un capítulo más en la bonita historia del Numancia, un equipo que ya no conoce sus límites.