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Dos grandes en estado de gracia

Real Madrid y Barcelona se juegan el liderato en la Liga Europea

Madrid y Barcelona son ahora lo que parecen. Tienen pocas dudas y sus piezas están engrasadas. Han recuperado liderazgo y capacidad disuasoria. Como consecuencia de ello han encadenado una racha de victorias en el continente lo suficientemente elocuente como para despejar algunas incógnitas: les basta con ganar en casa para obtener la clasificación. Sin embargo, el destino les ha reservado una cita para hoy (Palacio de Deportes, 20.30, La 2). No podrán eludirla, ni evitar las comparaciones: uno quedará por encima del otro.El Real Madrid ha vuelto a sus orígenes. En la Liga ACB no pierde de vista al Unicaja. En la competición europea, los blancos suman cuatro triunfos consecutivos, dos de ellos fuera de Madrid (Lisboa y Tel Aviv) y los restantes en el Palacio, pero ante enemigos de cuidado (Buckler y Panathinaikos). El Barcelona también vive eufórico después de haber logrado un golpe de efecto al vencer en la pista del Panathinaikos (74-95) y de haber sumado su noveno triunfo consecutivo ante el Taugrés en la Liga. Al igual que en el torneo doméstico, Real y Barça comparten puesto -en este caso el primero y con un tercer equipo, el Panathinaikos de Maljkovic- en el grupo B de la Liga Europea.

La racha de victorias, y como última referencia, el soberbio espectáculo desplegado el domingo ante el Fórum presenta el riesgo de la generación de una excesiva euforia. Obradovic sabe como atajarla de raíz: "Después de ganar al Maccabi en Israel, felicité a mis jugadores sinceramente", reconoce el entrenador madridista, "pero un segundo más tarde les recordé que todavía no hemos conseguido nada. Nuestro grupo está muy parejo y las diferencias son estrechas entre los que ahora mandamos y los equipos que nos siguen. No caeremos en absurdas confianzas y menos contra un rival tan poderoso como el Barcelona".

El balance de duelos entre blancos y azulgrana aparece equilibrado esta temporada. El Real ganó el choque correspondiente a la ACB y el Barça hizo suyo el de la Liga Europea, ambos disputados en el Palau blaugrana. Todo hace prever, pues, que en el enfrentamiento de esta noche también regirá la igualdad. Con el fin de romperla a su favor, el grupo madridista tirará de su elemento más desequilibrante, Arlauckas. El estadounidense es el máximo anotador de la competición, con un promedio de 28 puntos por partido, y se muestra realmente imparable.

Al margen de la garantía que supone la pareja foránea integrada por Arlauckas -"jugador con nivel de NBA", según Maljkovic- y el serbio Savic, hay otros hombres que se están significando como fundamentales en las últimas semanas. Destaca Antúnez, impecable en su labor de escolta tirador, pero no le van a la zaga Laso, cada día más parecido al del Taugrés, y Abad, brillante en su doble labor defensora y atacante. El alero catalán será, casi con toda seguridad, el encargado de frenar al lituano Kamisovas.

El Barcelona ha recuperado su rostro más fiero. Son los mismos jugadores pero es el suyo un rendimiento muy superior al de entonces. Galilea se ha empezado a asentar como algo más que un rompe-partidos ocasional. En Atenas y ante el Taugrés ha sido el titular, algo impensable sólo tres semanas atrás. Montero, que sale de una de las numerosas lesiones que viene padeciendo de un tiempo a esta parte, parece ya en condiciones de ocupar o compartir su puesto al timón del equipo. La única baja azulgrana es la del pivot Andreu, también lesionado. Gran parte de la mejora del juego del Barça se debe a la creciente áportación de Jiménez, Ferran y Fernández, que se unen a un esquema que esta temporada da un mayor protagonismo a los extranjeros. Karnisovas se está consolidando en el papel de líder del equipo con promedios de más de 20 puntos por partido.

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