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Entrevista:

"Ya me gustaría ser Michel..."

Juanma López, de 26 años, vive días de gloria. Cuatro años de críticas severas por su contundencia defensiva, y ahora, desde que Radomir Antic decidió adelantarle hasta el centro del campo, colecciona elogios.Pregunta. ¿Qué pasó por su cabeza cuando Antic le informó de sus intenciones?

Respuesta. La verdad es que me sórprendió, pero bueno. En mi primer partido de medio derecho, ante el Celta, creí que Antic tiraba de mí para tapar esa banda. Luego, ví que me quería como valor de ataque. Y la verdad, al principio yo mismo dudaba. Todo lo que he conseguido ha sido de central: subir al primer equipo, la medalla de oro en los Juegos, la internacionalidad, las Copas del Rey... No veía claro el cambio. Pero Antic insistió y pudo con mi tozudez. Me he ido adaptando poco a poco y ahora hasta me encuentro a gusto. Y desde luego, así tengo más opciones de jugar. Es más fácil siendo polivalente.

P. Antic entrenó específicamente con usted para mejorar sus cualidades. ¿En qué consistió ese trabajo?

R. Jugadas de estrategia, centros, entradas al remate, fintas y todo tipo de acciones con balón. Todo para me jorar mi técnica y compaginarla con la velocidad.

P. ¿Y ese trabajo justifica su metamorfosis?

R. Cumplo lo que dice el entrenador. Sé que si ahora pego un patadón lo tengo más difícil para jugar. En mi mente no está destruir, sino aportar al equipo velocidad y llegada a gol. Uno cambia en función de dónde juega. No sólo me pasa a mí.

P. Ahora regatea, pasa, marca goles...

R. Cuando juegas atrás, si haces un regate y te quitan. la pelota, generas una ocasión en contra clara. De tres cuartos de campo para adelante, sí puedes intentarlo: si pierdes el balón hay compañeros por detrás. Y si te sale una o dos veces, ganas confianza. Y vuelves a intentarlo. Creces por contagio. Lo del gol es anecdótico. Durante cuatro años en el primer equipo llevaba sólo uno, y esta temporada, jugando menos, llevo seis (dos en Liga y dos en amistosos). Lo que pasa es que si empiezas a marcar goles, cada día quieres más.

P. ¿Tras sus fogonazos, estamos ante un nuevo Michel?

R. Ya me gustaría ser un Michel... Yo voy a dar trabajo y entrega, pero que no se equivoque la gente, en mi mente está que soy defensa. Ahora estoy llevándome elogios, pero yo me considero defensa. Y lo seré siempre. No tengo nada que perder de medio derecho, pero mi posición innata es la de central.

P. Antic sostiene que, tras esta experiencia, usted volverá a la defensa como mejor jugador.

R. Antic quiere que los defensas no se limiten a cortar y entregar, sino que aporten calidad al juego. Que toquen y se incorporen. Cosas que yo no hacía. Antic quería que buscara el juego con balón, que no me limitara a cortar, entregar y desvincularme. Me dijo que mi nueva posición me iba a venir bien para coger confianza con el balón. Y para sentirme más cómodo cuando volviera a mi puesto.

P. ¿Esto también le vendrá bien como lavado de imagen?

R. Peor imagen que yo no tiene nadie. Está claro que me puede venir bien. Conmigo se ha pasado mucha gente. Supongo que seguiré con mi fama de leñero, pero la gente ya ve otras cosas en mí. De todas formas, cuando mañana me ponga de defensa y tenga que hacer una falta la voy a hacer igual. Puedo mejorar en que, por ejemplo, no me expulsen como en años anteriores. Pero un defensa siempre tiene que hacerse respetar. Y en ese sentido no voy a cambiar jamás.

P. Ya no comete faltas, las recibe.

R. Sí, me están dando. Me hacen muchas faltas. Das y recibes, pero en estas posiciones recibes más. De todas formas, yo jamás he lesionado a nadie y a mí me han lesionado muchas veces. Eso dice mucho a mi favor. Una cosa es que provoque una falta aparatosa y otra que provoque una grave lesión.

P. ¿Y disfruta más ahora?

R. Como más disfruto es en mi posición natural. De central sé cosas que de medio derecho, aunque me hayan salido bien un par de partidos, no sé. En este momento disfruto por los goles, porque ganamos partidos, pero no por el puesto.

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