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El Barcelona y Johan Cruyff discrepan sobre el valor del contrato de renovación

Àngels Piñol

Johan Cruyff ha firmado ya su contrato de renovación por el Barça hasta el 30 de junio de 1997. Así lo aseguran los asesores del técnico y lo supone también algún directivo del club azulgrana, que ha confirmado que el documento lleva la rúbrica del del presidente, Josep Lluís Núñez, desde el mes de octubre. Pese a la existencia de las firmas, la validez del contrato es hoy cuestionada por la cúpula de la directiva, por entender que está incompleto. El técnico está retrasando de forma injustificada la devolución del documento.

El Barcelona ofreció a Cruyff prolongar su contrato un año más después que el equipo encajara un 5-0 al Madrid en el Bernabéu en enero de 1995. La oferta fue calificada entonces de "golpe de efecto" para eclipsar la mala marcha del equipo. Durante la pretemporada pasada se supo que el técnico no había firmado la prórroga de contrato, aunque el propio Cruyff minimizó el hecho al insistir en que el acuerdo entre las dos partes era total.En octubre, después de una nueva refriega entre el técnico y el presidente, trascendió que Cruyff sí había firmado el contrato, aunque semanas después se conoció públicamente que faltaba una rúbrica definitiva, aunque, según fuentes allegadas al técnico, se trataba de un asunto meramente protocolario. Los asesores del entrenador insistieron ayer a EL PAÍS en que Cruyff ha firmado, aunque no desvelaron en qué momento lo hizo.

Núñez, por su parte, puntualizó el pasado martes que llevaba cuatro meses aguardando a que Cruyff le devolviera el contrato firmado de su puño y letra. De ahí que considerara que la directiva debía. de ratificar nuevamente el acuerdo. El presidente, sin embargo, había dado validez al contrató al haberlo firmado. "A efectos del club, Cruyff está renovado", dijo ayer un directivo que ha seguido las negociaciones.

"No tiene importancia donde esté el contrato. La mitad la tiene Núñez y, la otra, Cruyff", afirmaron fuentes próximas al entrenador. La situación contractual de Cruyff no parece preocupar lo más mínimo a sus asesores: sostienen que el técnico está renovado "oralmente y por escrito" y recordaron que lo firmaron en octubre. En el acto de la firma, Cruyff habría olvidado firmar una de las tres hojas -un anexo-, pero sus asesores apuntan a que la rúbrica definitiva ha sido estampada. En todas sus declaraciones, Cruyff siempre insiste en que la renovación está hecha y que ambas partes han alcanzado un acuerdo total sobre la prórroga del mismo.

La visión de las dos partes sobre el contrato es opuesta. El entrenador entiende que el documento es válido, y que no hay razones para pensar en una destitución cuando sólo se han perdido cuatro de 27 partidos disputados. La sensación de la directiva, sin embargo, es diferente: la tensión entre Núñez y Cruyff es tal que la situación es insostenible y está por ver la validez. del contrato. El propio Joan Gaspart, vicepresidente del club, afirmó que para que un contrato sea en firme las dos partes tienen que compulsarlo: "Johan tiene contrato hasta junio de 1996 y a partir de ahí ya se verá lo que quiere él, pero, ojo, también lo que quiere el club".

El objetivo es intentar que el entrenador concluya esta temporada y buscarle un relevo para la siguiente. Esos son los planes a largo plazo de la directiva, independientemente de que el equipo remonte el vuelo. Mientras, se mantendrán a la expectativa de los resultados que logre el equipo. El punto de inflexión lo marcará el domingo el partido ante el Deportivo.

El contrato de Cruyff, cuya cantidad de cláusulas, ha sido motivo incluso de debate público -se habla de 23 a 700- no es el único que ha originado problemas. El de Carles Rexach, por ejemplo, no está firmado, y sí el del otro ayudante, Tony Bruins.

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