El Salamanca dicta un curso de fútbol, pero cae en Gijón
El Sporting ganó después de ocho jornadas, pero pocas veces habrá sentido unos puntos más regalados que los de ayer. Se los dio el Salamanca, un equipo que desprende aroma al mejor fútbol. Ramiro Solís y Juan Manuel Lillo revivieron sus batallas en los banquillos de Segunda B y probablemente los dos se fueron satisfechos. El técnico gijonés porque sabía, que lo único que le pedirían era el resultado., El salmantino porque confirmó que es uno de los hombres más interesantes del fútbol español. El día que cuente con un matador en el área pondrá la guinda al pastel. El Sporting, a falta de otras cosas, tiene a Julio Salinas, que lo tapa todo con goles. Para completar un partido próximo al absurdo, Esquinas Torres se empeñó en dar gusto a los dos equipos que no habían disfrutado de un penalti en 19 jornadas. Ayer pitó tres, a cual más dudoso.El primer tiempo fue una lección de fútbol con Lillo. El Salamanca fue un equipazo, lleno de fútbol y respeto por las cosas bien hechas. Y, además, fiel a una idea hasta la muerte. Menos en la pegada, el Salamanca fue superior en todo.
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