Moscú mantiene la ofensiva en Chechenia
Las tropas rusas, según la agencia oficial Itar-Tass, comenzaron ayer "Ia operación para liberar de combatientes a Gudermés", la segunda ciudad en importancia de Chechenia, que desde el jueves pasado se encuentra en manos de guerrilleros leales al presidente independentista Dzhojar Dudáiev. De acuerdo con militares que se encuentran en esa república norcaucásica, los combates se prolongaron ayer durante horas en las calles de Gudermés.Las tropas del Kremlin hicieron la semana pasada un intento de retomar esta ciudad, ubicada a unos 30 kilómetros al este de Grozni, pero después de encontrar un feroz resistencia por parte de los independentistas prefirieron bloquear todas las entradas a Gudermés y preparar bien un nuevo asalto. De acuerdo con testimonios de soldados evacuados después del primer ataque ruso, las calles estaban llenas de cadáveres y cerca del 40% de la ciudad había sido destruida por los bombardeos rusos.
Los independentistas entraron en Gudermés la semana pasada, en el primer día de las elecciones a jefe de la república, que comenzaron con tres días de anticipación gracias a una resolución aprobada a última hora por los legisladores prorrusos locales. En estos comicios participaron incluso los soldados rusos emplazados en la república y también se simplificaron las reglas para que los chechenos pudieran votar. Todo esto se hizo para legitimar el poder del hombre que Moscú ha puesto en Grozni: Doku Zavgáyev.
Según los resultados oficiales, en las elecciones participó más del 50% del censo -aunque los periodistas extranjeros que cubrían el acontecimiento aseguran que la participación fue muy escasa- y el 95% de los votantes se pronunció a favor de Zavgáyev. Este altísimo porcentaje recuerda las votaciones en los tiempos soviéticos, en los que Zavgáyev ya gobernó Chechenia, primero cómo jefe de los comunistas y luego como presidente del Sóviet Supremo local.
Moscú confía en que la legitimación de Zavgáyev contribuirá a traer la paz a la república rebelde, pero muchos grupos políticos creen que el efecto puede ser el contrario. Por de pronto, las conversaciones de paz que comenzaron en Grozni el verano pasado con mediación de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) están suspendidas desde octubre, cuando el entonces jefe de las fuerzas federales, Anatoli Románov, resultó gravemente herido en un atentado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.