El Barçá se crece en la miseria y arrolla al Orthez
El Barça vio la luz cuando más negro era el túnel en el que se había metido. Su victoria de ayer sobre el Pau-Orthez le quitó un enorme peso de encima. Llegó asfixiado al partido el equipo azulgrana, muy presionado por sus tres concluyentes derrotas a domicilio y por sus bajas prestaciones en el Palau Blaugrana en la Liga ACB, y se encontró con que en el calentamiento previo perdió a Bosch, uno de los siete jugadores con ficha del primer equipo que le quedaban, dadas las bajas de Andreu, Ferran y Salva Díez. En tan precarias condiciones y ante un rival, el Pau-Orthez, que venía de avasallar al Real Madrid y que había ganado en la pista del Buckler Bolonia, el Barcelona echó mano de sus recursos más prosaicos y menos habitualmente utilizados: la desinhibición, el instinto natural, la capacidad de resolución de todos y cada uno de sus seis seniors supervivientes y sin apenas cambios. De esta forma, Fernández resurgió de su gris papel de las últimas semanas, Jiménez encontró un papel estelar en un excelente marcaje al pívot Thierry Gadou, y Karnisovas y Godfread borraron prácticamente de la pista a Didier Gadou y Smith. El Barcelona, además, defendió con más intensidad que nunca. Fue el bálsamo que estaba prescrito como receta obligatoria.