McRae se corona en casa.

Una gaita escocesa sonó en el podio final del RAC Rally. Sus notas festejaron la victoria de Colin McRae sobre Carlos Sainz en él desenlace del Campeonato del Mundo de rallies. Bastaron 36 segundos para lúe el piloto escocés lograra el triunfo en la última prueba de la temporada y conquistara el título mundial. Y no lo celebró solo. La mayoría absoluta le acompañó en su día de gloria. McRae había jugado en casa y se notó. La victoria del piloto escocés supuso también el primer título mundial de rallies de un británico tras 17 ediciones del Campeonato del Mundo, y a sus 27 años le convierte en el más precoz ganador de la historia de la competición.Sólo perdió Carlos Sainz. Vencieron McRae y Subaru y los aficionados. Como estaba previsto en casi todos los guiones. "Es un gran día", reconoció el triunfador, "porque he conseguido el objetivo que me tracé hace muchos años".

Antes de viajar al, Reino Unido, Sainz ya sabía que iba ser difícil, casi imposible, derrotar al escocés volador en su terreno y ante su público. "Aunque siempre pensé que tenía una opción; si no, no hubiera ido a correr", dijo. "Pero enseguida vi que.no podía seguir el ritmo. Colin es un digno campeón y le felicito".

Fue decisiva la determinación con que McRae afrontó la carrera. Su agresividad pareció fuera de toda mesura. Lo comprobaron sus seguidores en cada curva. Y sus resultados, una y otra vez, resultaron mortales para Sainz, y hasta sorprendentes. El Piloto escocés transitó muchas veces al borde del abismo, pero siempre acertó.

"Creo que Colin ha conducido con el pie derecho, y Carlos, con la cabeza", explicó David Richards, patrón de la escuadra Prodrive-Subaru, en la que militaban hasta ayer ambos pilotos (McRae se queda y Sainz se va). Según Richards, la excesiva cautela y una conducción demasiado táctica condenaron a Sainz. Y no otros factores extraños.

No obstante, el piloto español repitió ayer, por enésima vez la misma sentencia: "No he podido correr más, no he conservado, fui tan rápido como me era posible". Mediada la jornada, prácticamente arrojó la toalla. A pesar de sus esfuerzos, el rival -"ahora he bajado el ritmo, voy tranquilo", decía McRae- seguía aumentando la diferencia. No había nada que hacer.

"Dormiré muy tranquilo", comentó Sainz, "he hecho todo lo que he podido. Pero Colin ha sido más rápido. Lo que no conseguirá nadie es que hable mal del equipo. No hay pruebas de ninguna maniobra extraña a favor de McRae y sería ruin por mi parte buscar ese tipo de excusas. Desde el principio vi que las diferencias eran enormes a su favor".

La confianza de McRae fue muy grande a lo largo de todo el rally. Igual que su control absoluto de la situación y de los nervios. "Todo ha funcionado perfectamente", reconoció el nuevo campeón. "Tardaré en olvidar, esta victoria. En todo momento pensé que podía contener a Carlos, aunque nada estaba seguro".

Esa moral fue la que le llevó hacia el triunfo ganando por el camino 17 de los 28 tramos del rally. Sólo dos veces fue capaz de aventajarle Sainz, una porque el escocés pinchó; la otra, porque había niebla. Hasta superó indemne una salida de pista. La alegría de McRae la compartió la gente de Subaru. Por segundo rally consecutivo, como en Cata luña, coparon los tres cajones del podio. La más dé las marcas japonesas conquistó así el título de constructores.

Pero, pese al éxito de su escudería, no hubo festejos para Sainz, subcampeón por segundo año consecutivo y tercero en su carrera. "La conclusión de la temporada es positiva", explicó Sainz, "sobre todo después de la lesión. Ése fue mi único error, caerme y lesionarme. Pero termino orgulloso, pues he ganado más rallies que nadie este año".