Reos del derbi

El Atlético se dejó en la décimotercera jornada alguno de los carteles que le iluminaban la temporada perdió el liderato, la categoría de invicto y la de imbatido fuera de casa. Y fue a hacerlo, precisamente, ante su peor enemigo, el Real Madrid. Dos futbolistas han sido señalados sobre el resto como máximos responsables de tan dolorosa derrota: Caminero, por su expulsión (autoexpulsión, mejor dicho), y Penev, por su nueva sesión de ceguera rematadora. Son los reos del derbi.Lo que hizo Caminero el sábado (tirar una zancadilla al Michel por detrás, en el centro del campo, sin opción de jugar la pelota y con una tarjeta amarilla igualmente absurda ya en su debe) provocó irritación en todas las esferas del Atlético: jugadores, cuerpo técnico, directiva, aficionados y propietarios. Ya sobre el césped, en el momento de ser expulsado, el centrocampista rojiblanco tuvo que soportar algunas muestras de indignación de sus propios compañeros. Simeone le llamó de todo, incluso le dio un golpe con el hombro cuando pasó a su lado. Pantic, menos pasional que el argentino, se limitó a mirar a Kiko con el dedo sobre la sien y exclamar: "¡Está loco!".

Después, las críticas se trasladaron al banquillo y a los despachos. Radomir Antic, el entrenador, atacó el comportamiento de su jugador y afirmó que hablaría con él seriamente. Y Jesús Gil, el dueño del club, prolongó los reproches desde Marbella, donde vio el partido: "Ha hecho dos estupideces. No aprende. No se entera que no se puede dejar así a un equipo".

Lo que hizo Caminero, además, no es nuevo. Ya lo repitió, por ejemplo, con la selección español a durante el Mundial, cuando sé autodescartó de los octavos de final con otra zancadilla por detrás, en el centro del campo, sin opción de jugar la pelota y con una tarjeta amarilla en su currículo del campeonato (acumular dos amarillas durante el Mundial suponía un partido de sanción). Y también lo ha hecho más con el Atlético. Sin ir más lejos, antes del último derbi liguero en el Bernabéu. Perdía el Atlético en el Calderón contra el Betis y Caminero decidió irse del campo asestando una patada por detrás a Stosic. Y en la zona de costumbre, el centro del campo. Fue expulsado y no pudo jugar al domingo siguiente frente al Real Madrid.

El Atlético quiere aplicar sobre el centrocampista una sanción económica, como contempla la normativa de régimen interno del club. El club rojiblanco dispone de algún precedente en este sentido. El mexicano Luis García recibió en su día una multa por una acción similar a la cometida el sábado por Caminero. Y está, sobre todo, el caso de Paulo Futre, a quien sus reiteradas protestas a los colegiados le costaron un puñado de expulsiones. Llegó a sufrir el portugués un castigo ejemplar de un millón de pesetas, pero jamás lo pagó. Jesús Gil le perdonó finalmente.

Lo de Penev, en cambio, no figura en ningún reglamento. Lo que el búlgaro hizo fue, simplemente, desperdiciar dos ocasiones "en las que hay un 100% de posibilidades de marcar gol". El castigo que se puede aplicar al delantero por sus errores es el que le impuso Antic: sustituirle. Penev no lo encajó muy bien: "Habrá que preguntarle al entrenador si no hay alguno más en el equipo que no lo hace bien". Por ahí, por las relaciones técnico-jugador, está a punto de estallar un conflicto en el Calderón.

Lo de Penev tampoco es nuevo. Hace tan sólo siete días, en otro derbi madrileño, ante el Rayo, falló hasta seis oportunidades claras de gol: un perialti, dos mano a mano con Wilfred y tres remates. "No anda fino", dice, simplemente Gil, por ahora, del estado de una de sus teóricas máximas estrellas. "Me falta suerte en los últimos metros", declara el propio jugador.

Y el caso es que el búlgaro llegó a ir en cabeza de la tabla de máximos realizadores de la Liga durante varias jornadas. Llegó a sumar seis goles, los que llevaba a la conclusión de la cuarta jornada, tras marcar dos a la, Real Sociedad, uno al Athletic, dos al Racing y uno al Sporting. Desde entonces, 24 de septiembre, no ha vuelto a marcar un solo tanto en la Liga. Todo coincidió con una concentración oficial que tuvo que realizar con su selección. Regresó otro jugador de aquel viaje, más apático, menos centrado y, sobre todo, sin puntería. Lo volvió a demostrar el sábado ante el Madrid. Y se convirtió así, con Caminero, en reo del derbi.