NIEVE Y ENTUSIASMO PARA LA BODA DANESA

Una tormenta de nieve paralizó ayer aeropuertos, carreteras y transporte marítimo en Dinamarca, pero no enfrió el entusiasmo del público cuando el príncipe Joaquín de Dinamarca, de 26años, y su prometida, Alexandra Manley, de 31, recorrieron Copenhague en carroza, como estaba previsto en el programa de la boda. Lo único que cambió fue la carroza prevista, que tuvo que ser sustituida por una cubierta. La boda tendrá lugar hoy a las 16.30 en la capilla del palacio de Frederiksborg, al norte de Copenhague, y será la primera boda, real que se celebra en Dinamarca desde que la soberana se casó con el príncipe Enrique hace 28 años. El príncipe Felipe de Borbón es uno de los 200 invitados a la ceremonia, a la que asisten príncipes de las casas reales de Bélgica, Reino Unido, Luxemburgo y Grecia, además de las familias reales en pleno de Noruega y Suecia. La celebración comenzó el jueves con una fiesta juvenil que ofreció a su hermano el príncipe Federico, heredero del trono danés y sólo un año mayor que Joaquín. Una banda de rock danesa de moda y el cantante de soul Curtis Stigers amenizaron la danza, a la que asistieron dos jóvenes modelos que no estaban invitadas a la boda: Iben Detlefs, que fue novia del príncipe Joaquín cinco años, y Katja Storkholm, la acompañante no oficial de Federico en los últimos 12 meses. Anoche, los novios ofrecieron una cena al Gobierno y a los invitados de toda Europa en el palacio, de Christiansborg.-