Intento de suicidio en el parqué

Escogió cuidadosamente el momento y el lugar para su gesto de protesta. Vivat Srisammacheep, un inversor tailandés de 49 años, decidió ayer quitarse la vida en el mismo parqué de la Bolsa de Bangkok mientras un grupo de operadores se manifestaba contra la incompetencia de las autoridades reguladoras de la Bolsa para frenar la espiral bajista del mercado. Poco antes de pegarse un tiro en la cabeza declaró que se suicidaba en nombre de los miles de pequeños inversores que, como él, se han arruinado en la bolsa. Con un modesto negocio de azúcar y melaza en el norte de Tailandia, Vivat Srisammacheep no podía permitirse el lujo de perder 30 millones de bath (moneda tailandesa) que al cambio supone unos 145 millones de pesetas.El intento de suicidio del pequeño y desesperado inversor, que paralizó la actividad del mercado, se quedó sólo en eso: un intento. Vivat Srisammacheep se encuentra en un hospital de la capital tailandesa en "condición grave pero estable".

El inversor asiático preparó concienzudamente su intento de suicidio. Se colocó en uno de los lugares más visibles de la Bolsa de la capital tailandesa. Posteriormente, se sentó en el suelo con la espalda contra la pared y comenzó a gesticular mientras no separaba del cuello el cañón de la pistola que llevaba en su mano derecha. La otra mano la levantaba continuamente hacia arriba como si reclamara algo mientras profería gritos contra las autoridades bursátiles y la policía, que no tardó en acudir al parqué y rodearle con vallas. La prensa también acudió rápidamente al lugar. En las fotos sé recogen varios instantes de la acción desesperada de Srisammacheep.

Al demorarse en su amenaza de suicidarse, casi nadie pensaba que el inversor arruinado iba a apretar el gatillo, según relataron algunos de los presentes. Pero, de repente, sonó el temido estruendo. El tiro atravesó el cuello pero no resultó mortal, quedando Srisammacheep herido de gravedad. Inmediatamente fue trasladado a un hospital.

Los dineros y las inversiones son fuente constante, cuando se producen cracks o ruinas, de suicidios, alguno de los cuales alcanza trazos de película. Corno éste. Decenas de inversores se quitaron la vida tras el crack de la Bolsa de Nueva York en el año 1929. Aunque la envergadura de la caída del mercado tailandés poco tiene que ver con la sufrida ese jueves negro en Wall Street, para Srisammacheep sus pérdidas se convirtieron en una tragedia irreversible. La Bolsa de Bangkok cayó ayer el 1,49% hasta situarse en uno de los niveles más bajos del año. En diez meses, el índice general de este mercado ha perdido algo más del 10% de su valor.