PADRE A 7.000 METROS DE ALTURA
Cipriano López, un montañero asturiano que participaba en una expedición al Shisha Pangma, un pico del Himalaya de 8.046 metros de altitud, abandonó la ascensión, a falta de 1.000 metros para coronar la cumbre, cuando tuvo noticia, por un teléfono de placas solares que llevaban consigo unos montañeros checos, de que acababa de ser padre de una niña, a la que habían decidido llamar Carmen. El natalicio ocurrió el 23 de septiembre, y el deportista se enteré de la feliz noticia al día siguiente, en pleno glaciar, a 7.000 metros de altura y con vientos helados de 150 kilómetros por hora. Cipriano, natural de Sotres, en plenos Picos de Europa, sabedor de su paternidad, decidió renunciar al último tramo y a tantos meses de preparativos ilusionados, aunque piensa volver al Shisha Pangina para concluir la escalada, según ha declarado ahora a la prensa asturiana.-
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