Publicidad y transporte
Como usuaria de la Empresa Municipal de Transportes, en concreto del autobús 12, en el que viajo dos veces al día, me siento afectada por un acuerdo entre dicha compañía y la casa Nestlé, convirtiéndome en mono de feria al viajar dentro de un bus con forma de chocolatina (el autobús entero es un enorme envoltorio de Kit-Kat), al que los transeúntes señalan muertos de risa. Por no mencionar los equívocos a que da lugar, haciendo que algunas personas pregunten "que si admite viajeros".Señores, vivimos en una sociedad en la que la publicidad es muy importante, pero todo tiene un límite.
¡Dennos un respiro!.-
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