La corta victoria del 'no' forzará a Canadá a cambiar la Constitución

Apenas 53.000 votos separaron el lunes en Quebec a partidarios y opuestos a la secesión de esta provincia francófona de Canadá. El no sé impuso con un raquítico 50,6%, y los separatistas enarbolaron su 49,4% como la mejor prueba de que el asunto no está zanjado. Lo estrecho del resultado llevó al primer ministro canadiense, Jean Chrétien, a prometer cambios rápidos en la Constitución federal para reconocer "el carácter distinto de la sociedad quebequesa".

El resultado de la consulta deja un regusto amargo a los dos bandos. El primer ministro de Quebec, Jacques Parizeau, anunció anoche su dimisión. Dejará el cargo, como muy tarde, el 23 de diciembre. Horas antes, Parizeau había pronosticado que, tarde o temprano, la independencia será una realidad. Su correligionario Lucien Bouchard, líder del Bloque Quebequés, aseguró por su parte que "perder así duele" y que "la próxima vez será la buena y vendrá mucho antes de lo que se piensa". Que se cumpla o no este vaticinio dependerá de que el resto de Canadá, que durante la campaña mantuvo el ánimo suspendido, ofrezca a Quebec un acuerdo que desinfle los ánimos independentistas.Ayer, el primer ministro canadiense, Jean Chrétien, prometió ante el Parlamento los "rápidos cambios constitucionales" que, señaló, ya prometió antes del referéndum.

Páginas 2 y 3