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Cinco heridos al explotar un furgón lleno de mecheros

Cinco personas resultaron heridas, dos de gravedad, al hacer explosión en la tarde de ayer un contenedor cargado de mecheros de gas en la aduana de la estación ferroviaria madrileña de Abroñigal (Vallecas). El furgón, con varias toneladas de encendedores, relojes y bolitas metálicas de juego, procedía de China, vía Hong Kong y Barcelona.La explosión sobrevino tras un adensamiento de gas que, al ser abiertas las compuertas del contenedor por operarios y aduaneros, se transformó en una bola de fuego que les quemó. El remitente del contenedor, Samuel M. Bull, falsificó el envío y omitió decir a Renfe que albergaba mecheros.

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El remitente de los mecheros falsificó la carta de porte y omitió avisar de la peligrosidad de la carga

VIENE DE LA PÁGINA 1Yo había acudido a la aduana de la estación de Renfe con una furgoneta para recoger la carga" dice el conductor R. L., de 32 años. "Estacioné frente al contenedor y me marché, de allí mientras ellos, entre los que se hallaba mi cuñado, abrieron las puertas para descargarlo. Luego supe que uno de los chinos encontró en el suelo un mechero y, al encenderlo, se produjo. la explosión", cuenta.

Dos de los heridos en la explosión del contenedor repleto de encendedores de gas propano sufrieron quemaduras de gravedad, el despachante aduanero español, Florencio Dónoso Rodríguez con lesiones en el tronco y el rostro, y un ciudadano chino, de 34 años, empleado de la firma receptora de la carga, cuya identidad se desconocía ayer. Otro oriental, de 17 años, que con él descargaba el envío y el agente de la Guardia Civil Juan Domínguez, de 36 años, que inspeccionaba la mercancía, sufrieron también quemaduras, pero de menor gravedad, en el pecho y en la cara. Ángel Cánovas Castillo, de 24 años, empleado de la aduana de Abroñigal, resultó levemente herido.

Varios coches de bomberos se desplazaron allí para sofocar el incendio, mientras el SAMUR atendió y trasladó a los heridos. Cuatro de las víctimas fueron ingresadas en las unidades de quemados de La Paz y de Getafe, donde anoche convalecían.

El cargamento, procedente de China, había llegado recientemente desde Hong Kong hasta el puerto de Barcelona, por vía marítima. Ayer entró en la aduana ferroviaria de Renfe. El remitente del envío que albergaba los mecheros de gas y los demás objetos figura con el nombre de Samuel M. Bull. La agencia aduanera Guisasola intermedió en el traslado, según fuentes del muelle madrileño. Su destinatario era una compañía china ubicada en la calle de la Magdalena, dedicada a la venta al por mayor de encendedores y regalos. Los orientales heridos pertenecían a esta firma, según fuentes policiales.

A juicio de María Dolores Cabral, inspectora-administradora de la aduana, "la deflagración fue causada por acumulación de gases dentro del contenedor". Ante ella, Jesús Lauzurica y Julio Gutiérrez, de la Agencia Tributaria, dijeron a media tarde de ayer a EL PAÍS: "El envío traía aparentemente todos los papeles en regla. Creemos que la deflagración fue un accidente fortuito, imprevisible pues".Una nota, oficial de Renfe emitida posteriormente, denunció que el remitente falsificó la carta de porte del contenedor. Según se consignaba en el documento aduanero rubricado por Bull en Barcelona, sólo incluía "cartones, relojes y balones". Por ello, la compañía ferroviaria española emprenderá acciones legales contra él por omitir que contenía materiales peligrosos.

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