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FÚTBOL PRIMERA DIVISIÓN

Jóvenes, pobres y atrevidos

El Compostela, fundado en 1962 y con el presupuesto más bajo de Primera, se convierte en equipo revelación

Ningún jugador podrá decir aquello de "yo, del Compos de toda la vida". Ni los más veteranos de la plantilla, sencillamente porque cuando nacieron el Compostela aún no existía, ni los más jóvenes que se han ido incorporando, porque cuando éstos empezaron a dar sus primeras patadas al balón, el Compostela era un equipo de regional.Imágenes de aquellos tiempos no tan lejanos abundan en la sede del club: "1975-76, campeón de Primera Regional Preferente" se lee bajo la foto. Los tiempos de la Tercera División llegaron a continuación, y aún en los años en los que el Barcelona, precisamente su próximo rival, comenzaba a recolectar títulos de Liga con Cruyff en el banquillo, el Compostela permanecía en Tercera. Una temporada en Segunda B, tres en Segunda, y a Primera; el año pasado, a mantenerse, y en éste es el equipo revelación.

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Una buena plantilla

En la plantilla nadie lo dice, pero todos han comenzado a pensarlo. Si ganan al Barcelona, ya alguno se atreverá a dejar caer lo de que pueden convertirse en el Eurocompos. Escrito está: en el contrato del entrenador figura que si el equipo se clasifica para la Copa de la UEFA recibirá una recompensa de cinco millones de pesetas. Lo firmó el presidente, José María Caneda, más que por, si acaso, por propia convicción, aunque, de momento, lo negará una y otra vez: "Igual que cuando cogí el equipo en Tercera fue para llevarlo a la Primera División, ahora mi propósito es que juegue la UEFA, por supuesto; a lo mejor no llegamos a ella, pero yo trabajo para conseguirlo".

A José Ramón, hermano de Fran y que este año dejó su "Depor de toda la vida" para jugar en el Compos, le entra la risa floja, como al niño bueno que sabe que le van a regalar un tren eléctrico si sigue portándose bien, cuando se le habla de la UEFA: "Es verdad que si nos fijamos en cómo estamos jugando más que en la clasificación, vamos a acabar muy arriba, y entonces ya veremos. Cualquier cosa puede suceder. Si en los enfrentamientos con los equipos grandes no lo estamos pasando mal, con los de nuestro nivel, pues menos".

Pero en la plantilla ya se empiezan a echar de menos puntos que se han ido quedando por el camino: "Lo de Zaragoza fue una pena, porque ahí sí que planteamos un buen partido, mucho mejor que en el Bernabéu, y perdimos. Sí, ante el Madrid nos ganamos un respeto, porque fuimos ganando 0-1, y en la segunda parte tuvimos el descaro de echarnos para delante, pero en la historia figurará siempre que perdimos 1-1".

Para el entrenador, Fernando Vázquez, aquel resultado tiene su explicación: "El Compostela juega al 100%, el Madrid al 60%, y gana el Madrid. Nosotros dejamos una gran imagen, pero el Madrid sigue conservando los mejores jugadores del mundo. Así cualquiera. También es verdad. Los números le dan la razón. Sanchis cobra en neto, millón arriba, millón abajo, lo que todos los jugadores del Compostela juntos en bruto: 225 millones de pesetas, según muestra el administrador del club, José Arceo. Es decir, que dentro de la misma categoría el valor de un solo futbolista puede llegar a ser el mismo que el de un equipo, entero.

Estas barbaridades son las que trata de combatir el presidente. "En el Compostela", dice Caneda, "trato de mantener el equilibrio que le falta al fútbol. Si yo tengo 500 millones para gastarme en un año, no puedo contratar jugadores que me cuesten 600 millones. Aquí, el que ficha soy yo. ¿Quién mejor que el presidente para saber qué jugadores interesan? Tú empiezas a fichar los jugadores que te pide el entrenador, luego a éste le tienes que echar y ¿qué haces entonces con el equipo?"

Caneda revela los principios que tiene en cuenta para fichar jugadores: "Primero, que estén libres, porque el Compostela no puede pagar traspasos; segundo, que sus fichas no resulten gravosas; tercero, que sean polivalentes para actuar en varios puestos, y cuarto, que reúnan las condiciones necesarias para que se sientan a gusto en el club, y para ello nada como proponer a un jugador de 27 años un contrato por cuatro temporadas".

Esta teoría no le ha ido mal. Ahora mismo, el Compostela tiene una plantilla apetecible, con un portero, Falagán, que es de los menos goleados; un lateral izquierdo, Nacho, que poco tiene que envidiar a los Sergi, Soler o Toni; un centrocampista, Fabiano, que no para de alimentar con balones a los goleadores Ohen y Christensen, y un media punta, José Ramón cuya continuidad en la alineación le permite revivir aquellos años en los que, de los dos hermanos, él era el bueno y Fran el malo.

Con las condiciones bajo las que ficha Caneda, este equipo ha sido posible con unos precios asequibles. Treinta millones es la ficha. "Tengo el equipo con la mejor relación calidad / precio de toda la Primera División", asegura el presidente.

Los jugadores se han empezado a convencer de ello. Económicamente no se quejan, porque todos cobran más que en sus anteriores equipos. En Santiago, además, la vida no es tan cara como en Madrid o Barcelona; se puede encontrar un adosado por veinte millones, o gangas como la de Christensen, que vive en un chalé con jacuzzi. Los concesionarios de coches se pelean porque compren sus modelos y llegan a ofrecerles rebaja de un millón. Mas toda esta buena vida es compatible con la sobriedad de un paseo bajo los soportales de Santiago o la comida casera que comparten los jugadores solteros de la plantilla en un hostal después de cada entrenamiento.

Deportivamente, sobran motivos para que la plantilla se muestre exultante. Lo que al principio eran motivo e romas entre José Ramón y Fran -el Compostela arriba y el Deportivo debajo- empieza a ser seriamente considerado. "Mi hermano me dice que corremos muchísimo, que agobiamos a los contrarios, y quizá nosotros no nos demos cuenta de ello, pero la realidad es que acabamos exhaustos", cuenta José Ramón. Fran va a verle todos los partidos que puede, y luego, por la noche -siguen viviendo juntos en La Coruña-, comentan lo sucedido.

José Ramón está encantado porque, además, mete goles: "Cada vez que veo a Nacho arrancar por la banda sé que el balón va a acabar en el área". Ohen, que es junto con Bellido el jugador que lleva más temporadas en el club -ésta es la quinta-, asegura que nunca se ha divertido tanto como este año: "Ha influido mucho el entrenador. Ahora disfrutamos de ocasiones mucho más claras de gol".

Caneda ya piensa en una ampliación del estadio. Y en la escuela de fútbol que va a levantar en unos terrenos recién comprados para fomentar una cantera que en Santiago no existe, sencillamente porque no hay equipos, y en el modernísimo gimnasio y centro de rehabilitación que acaba de instalar -a razón de 17 millones cada maquinita-, porque es un convencido de que toda inversión que se realice en la óptima preparación del jugador se rentabiliza de inmediato.

¿Y todo esto a cambio de qué? Razones sentimentales aparte, por 500.000 pesetas al mes. "Es mucho menos dinero que si no tuviera sueldo. Los presidentes que no lo tienen pasan unos gastos de escándalos. Yo tengo esa cantidad y punto". Caneda, al margen, mantiene unos negocios de electricidad del automóvil.

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