Habrá cumbre China- EE UU, pero no visita de Estado

Amigos, pero no tanto. La Casa Blanca cree que la actual fase de reanudación de buenas relaciones entre China y EE UU permite que el presidente Bill Clinton celebre una cumbre con el presidente Jiang Zemin el próximo día 24, pero en Nueva York y en el marco de la asamblea general de la ONU. China quería aprovechar la ocasión para que Jiang fuera a Washington en una visita de Estado, pero la temperatura política todavía no ha llegado a esos extremos de calidez: "No creemos que nuestras actuales relaciones bilaterales se encuentren en una fase como para organizar una visita de Estado", señaló ayer Mike McCurry, portavoz de la Casa Blanca.La pasada primavera marcó un momento serio de crisis entre Washington y Pekín, después de que el Gobierno norteamericano, presionado por el Congreso, concedió una visa para que Lee Teng-hui, presidente de Taiwan, visitara EE UU. La reacción china fue brusca, con comunicados en los que se denunciaba la violación de anteriores acuerdos sobre Taiwan, la suspensión de varias visitas de alto nivel y la llamada a consultas del embajador. Estados Unidos, molesto con China por otros asuntos, desde la venta de tecnología nuclear a Irán y Pakistán hasta prácticas comerciales dudosas y violación de los derechos humanos, no cedió. La firmeza hizo cambiar a China, ahora deseosa de recuperar el terreno perdido.

Después de la expulsión del dirigente de los derechos humanos Harry Wu -lo que permitió la visita de Hillary Clinton a Pekín en septiembre-, una de las señales más claras de la voluntad de deshielo ha sido la decisión de suspender temporalmente la venta de dos reactores nucleares a Irán. Pero cuando el secretario de Estado comunicó el miércoles en Nueva York a su homólogo chino que el presidente Clinton podría celebrar un encuentro de trabajo con Jiang Zemin en Washington, después de su paso por la ONU, el Gobierno chino dijo que o visita de Estado o nada. Después del tira y afloja, Pekín ha pensado que Nueva York es mejor que nada y ha aceptado que el encuentro se celebre allí.