AMISTAD PELIGROSA

El capitán de la selección inglesa de rugby, Will Carling, es la última víctima de los juegos peligrosos de la princesa Diana, cuya amistad con el deportista contribuyó a la separación matrimonial del jugador. El anuncio de la separación de Will y Julia Carling, que se efectuó anteanoche a través de una nota difundida a la prensa por la Unión de Rugby, se conoció días después de los intensos rumores que circularon sobre los encuentros secretos del jugador con la princesa de Gales. De víctima inocente en torno a su separación del príncipe Carlos, lady Di ha pasado a ser la devoradora de hombres casados, a quienes parece deslumbrar con sus encantos femeninos. Si con anterioridad la prensa relacionó sentimentalmente a Diana con el oficial de caballería James Hewitt, soltero, y con el marchante de arte Oliver Hoare, casado, esta vez ha sido con Will Carling, de 29 años, una de las figuras más famosas y admiradas del mundo deportivo del Reino Unido. Además, Julia Carling, presentadora de televisión, emitió ayer otro comunicado en el que confirma su separación y señala: "Yo siempre he valorado mi matrimonio como lo más importante y sagrado de mi vida, y me duele mucho afrontar la pérdida de mi esposo de una forma que está fuera de mi control". Todo parece indicar que la gota que colmó el vaso fue el encuentro secreto que tuvo la princesa Diana con Carling el pasado viernes en una clínica de fisioterapia en Londres.-