Silbidos en Chamartín

Explotó Chamartín. El Real Madrid cayó con estruendo ante el Oviedo (2-3) y encadenó su tercera derrota en una semana. La grada se agrietó y arreciaron los silbidos. En el epicentro de la protesta, la hinchada colocó a Redondo, ayer titular. El argentino acabó en la ducha en medio de una tormenta que amenaza con desangrar al campeón.Johan Cruyff llegó a Zaragoza y dejó bien claro su pulso a Núñez. Contrario a las renovaciones de Sergi y Guardiola, prescindió de los dos y dio el mando a Roger y De la Peña. Un envite atrevido, muy al estilo del holandés. Con Figo de estrella, el Barça atrapó los tres puntos (0-3), Cruyff reforzó su figura y alivió la crisis institucional.

En Riazor, el Deportivo se deshizo del Salamanca (2-0) con goles de Fran y Donato, dos de sus internacionales. Una victoria sin brillo, pero terapéutica para los coruñeses tras el varapalo de Santiago. También respiraron Sevilla, Betis y Valencia. Los andaluces consiguieron sus primeros puntos, ante la Real Sociedad (2-1). Karpin marcó su cuarto gol de la Liga, pero Suker y Carlitos -el nuevo diamante sevillista- tumbaron a los de Salva Iriarte. El Betis silenció Vallecas (1-2) y truncó la esperanza rayista de contabilizar su primer punto. El extenso currículo de Luis Aragonés es elocuente: un mal enemigo como visitante. Con el Valencia, Luis dejó su sello en Mérida (0-2).

El Espanyol, el único que soporta al Atlético en cabeza, venció al Albacete (1 -0) y Celta y Tenerife igualaron (2-2-). En Gijón, el Racing vivió un mal sueño. Cayó. 4-2, pero antes, con 0-0, el árbitro anuló un golazo de Setién al creer que el balón había entrado por un lateral de la portería.

Y, mientras, sonríe el Atlético, el mayor valle de lágrimas de los últimos años. Su nueva imagen destila orden, disciplina, aplomo y alegría. Atributos desterrados hace años del Calderón.