Jalabert es el lider

Que nadie lo olvide: Jalabert es el líder de la Vuelta. Y no sólo porque es el primero de la clasificación general. El francés es el líder con mayusculas. Una especie de jefe espiritual a cuyo alrededor todo gira. Ni una hoja puede caer de un árbol sin contar con el permiso de Jalabert. Tiene tal poder que un solo gesto suyoPuede cambiar el sentido de una de las etapas reina de la ronda. Una acción humanitaria suya demostró más que cualquier hazaña, escapada o demostración de fuerza que la. Vuelta es suya. Que nadie puede derrotarle. Así está la Vuelta, cada día patrocinando lo insólito una vez resuelta la duda deportiva, El asalto a la cumbre de Sierra Nevada no fue más que un episodio anecdótico, pero aun tratándose de anécdotas, el protagonismo fue del corredor francés.

Faltan 100 metros para la pancarta de meta. Bert Dieitz, un auténtico culogordo, está dando las últimas, pedaladas de una escapada de 14 kilómetros. Ha empezado a subir Sierra Nevada -23. kilómetros de ascensión con una ventaja de más de 10 minutos sobre un pelotón diezmado que marcha al ritmo impuesto por el ONCE casi al completó

Zülle ya se ha descolgado una marcha lo suficientemente fuerte como para quitar a los demás las ganas de atacar y que arruina el intento de Montoya y agota al esperado Pantani. Dietz, hace tiempo que no recibe refede cómo su tiempo se agota. Ya lleva un par de kilómetros recibiendo en su cogote el aliento insaciable del pelotón. Ya ve todo perdido y más cuando a su lado aparece Jalabert. Pero, no. El francés le adelanta pero levanta el pie. Se dirige a él, al pobre culordo agotado que ya no puede más" y le anima a seguir adelante. Luego le cede el paso y le permite ganar. "Me dio pena% dice el líder. "Me llevé un corte tremendo cuatido le alcancé. Arranqué, pensando que no le cogería".

Jalabert saltó en el último Kilómetro, culminando la estrategia del ONCE de acoso a Olano.

El guipuzcoano había salido a abortar a Mauri, luego a Bruyneel, una primera vez a Jalabert, pero a la cuarta dejó irse al francés. "Cebarme con él habría sido poner en peligro mi segundo puesto", dijo. A Jalabert no le frenó Olano, sino un obstáculo imprevisto. Esperando a Dietz, el francés perdió todo el tiempo que había sacado y dio oportunidad a Olano para que le alcanzara. Pero eso -poco importaba. Jalabert dispone de tiempo para dar y regalar. El líder maneja la

Vuelta a su antojo. El gesto humanitario fue el golpe de gracia.

El gesto apareció en el momento justo cuando más se Pían las quejas por la uvaricia del ONCE y de, su líder y cuando al lado de Manolo Sáiz seguía la etapa José María Arroyo, jefe supremo de la ONCE. El gesto, sin embargo, disuade todas las dudas: la ONCE hace. una de mostración de fuerza cada día. La Vuelta es su Vuelta.