José Ignacio da sentido al Valencia
El equipo de Aragonés se impone con dificultades al Valladolid
Bastó un cambio téctico (entró José Ignacio por Viola) para que el Valencia encontrara sentido a su juego. Lo que parecía un movimiento conservador del técníco, Luis Aragonés, resultó ser la clave del encuentro. El Valladolid, que había dispuesto del control del juego en la primera mitad, pagó caro sus amagos carentes de pegada. Tres disparos de Peternac en el primer tiempo se toparon con la envergadura de Zubizarreta. Respira así el Valencia en su tambaleante comienzo, mientras el Valladolid no estrenó la nueva puntuación de la Liga.A los seis minutos la grada dirigió los primeros silbidos a sus jugadores. El Valencia practicaba un fútbol, desarticulado, sin limpieza. El público, que de nuevo llenó Mestalla, asistía a un parto en la creación de su equipo, que transmite ansiedad y desesperación a la grada. El aficionado desconfiaba de cada pase, de cada acción de sus jugadores.
Y es que Aragonés no ha hallado el punto de arranque de su nuevo equipo. No ha encontrado el modo de sacarle partido. Ayer lo intentó con un dispositivo teóricamente ofensivo. Cubrió el ataque de delanteros (Gálvez junto a Mijatovic y Viola), pero sin embargo no hubo manera de llegar a ellos. El Valencia quedó dividido por un cortafuegos en el centro del campo en el que se hospedó sin ningún sentido Fernando, que vive momentos de marginación en Mestalla (fue abucheado con frecuencia). La distancia entre líneas dejó a Fernando en terreno de nadie, en espera de que el juego fuera urdido desde los carrileros. Pero ni Otero ni Romero están preparados para ello. En este contexto, los jugadores honestos siempre encuentran un hueco para su lucimiento. Era el momento de Ferreira, que, en su debú en Mestalla, defendió con autoridad y saltó con criterio al ataque.
No valía la excusa de luchar contra un muro defensivo. Porque ya lo advirtió Rafael Benítez: "No venimos a por el empate". Con sus limitaciones, que son muchas, el Valladolid nunca renunció al ataque. De la zurda del interior Fernando brotaron algunos detalles de calidad, como aquel cambio de juego que plantó a Peternac solo ante Zubizarreta (m. 7). No sería la única. El croata dispuso de dos nuevos duelos con el guardameta vasco, que éste resolvió con eficacia. Sobre todo uno de ellos: un disparo raso que sacó Zubi con la manopla izquierda (m. 24). El meta valencianista ha socavado la imagen de inseguridad que transmitía la pasada campaña.
Mientras la hinchada despedía a su equipo con escasas muestras de simpatía al final del primer tiempo, Lubo Penev marcaba para el Atlético. Basta que un futbolista salga del Valencia para que triunfe, pensaban en la grada. Tal es así que, por si acaso, Roig acordó con el presidente del Valladolid, Marcos Fernández, que no jugara el extremo ex valencianista Raúl. Por, si acaso.
La paciencia de Aragonés terminó en el inicio de la segunda parte. Retiró al delantero brasileño Viola, a quien una vez más no se le apreció nada bueno y sacó a José Ignacio en busca de fluidez. Y algo de esto hubo, pues Fernando, más acompañado con la entrada de José Ignacio, replicó a los pitos del público con un magnífico pase a Gálvez, que abrió el marcador y el partido. Esta es la historia de Fernando en Mestalla, siempre cuestionado a pesar de su calidad.
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