El desafío de Conchita

Las semifinales del Open de Estados Unidos se han convertido para Conchita Martínez en un auténtico desafío. La aragonesa, de 23 años, ha perdido los ocho enfrentamientos anteriores con Monica Seles, su rival de hoy, y ni siquiera ha logrado arrebatarle una manga. Su balance es, pues, catastrófico.Sin embargo, Conchita ha encontrado argumentos para superar la presión psicológica que la historia y el nombre de Seles ejercen sobre ella. "Si me dejo impresionar por el nombre de Seles, ya le habré regalado un set antes de empezar el partido", afirma Conchita. Steffi Graf parte como favorita en la otra semifinal frente a la argentina Gabriela Sabatini.

El reto de Conchita es olvidar el pasado y jugar cómo ella sabe. No mirar la estadística y mentalizarse de que todo aquello ocurrió hace más de 28 meses, cuando Monica Seles era la indiscutible número uno mundial. Ahora, es distinto. La estadounidense de origen serbio acaba de regresar al circuito y en los 10 partidos que lleva jugados sólo ha obtenido una gran victoria, el miércoles sobre una inconsistente Jana Novotná, quinta jugadora mundial.

"El pásado puede asustarla", explica Carlos Kirmayr, entrenador de Conchita. "Pero tenemos dos días para arreglar todo eso". Un vistazo a los resultados de la temporada incitan al optimismo. Conchita ha llegado a las semifinales en los cuatro Grand Slam de este año. Hasta ahora, ha perdido siempre en esta ronda. Pero, la misma Conchita asegura que aquí las cosas pueden cambiar.

"Llevo un año buenísimo. He ganado seis torneos, y en el Grand Slam he llegado donde debía en los tres torneos anteriores. Ahora tengo la oportunidad de dar un paso mas y ganar", reflexiona. La cuestión es jugar a Seles como yo se. Moviendola, obligándola a correr y provocando sus errores".

Kirmayr sabe que eso no va a resulta fácil. Su análisis de Seles le lleva a afirmar que su estado es incluso mejor que cuando abandonó el circuito. "Está dos años mejor", dice. "Más fuerte físicamente y más alta. Ha ganado peso y estatura -5 centímetros- y tiene el mismo espíritu de peleadora. Además, su concepto de la vida y del tenis es distinto. Tiene menos presión. Entra en la pista y lo da todo. Hace un esfuerzo porque quiere agradar al público".

Sin embargo, él mismo reconoce que las jugadoras que hasta ahora se han enfrentado a Seles la encuentran más vulnerable. "Ahora al menos falla", dicen. Bajo presión no tiene la puntería milimétrica de antaño con sus golpes de fondo. Y si se la mueve bien acaba los puntos largos asfixiada. "Creo que tuve mis opciones, comentó Novotna tras enfrentarse a Seles. "Pero cuando dispuse de dos bolas de set, ella sacó golpes precisos y fue la única vez que subió a la red".

Otro argumento que avala las posibilidades de Conchita es que frente a Schultz, en cuartos de final, fue capaz de salvar una situación que hace un año no habría resuelto. "A nivel de actitud fue uno de los partidos más importantes de mi vida, porque fui capaz de seguir luchando hasta el final, a pesar de las dificultades. Eso me da mucha moral".