Saiz y las chinchetas
Manolo Saiz, director del ONCE, usó de cobaya a Oliverio Rincón en el prólogo. Aunque en un principio dijo que el colombiano salía el último de su equipo para que se sintiera líder del conjunto, después de la prueba dio la versión buena. Recordando aún que en la contrarreloj por equipos de Jerez en 1992 el público arrojó chinchetas al paso de su equipo para protestar por la no participación del local Villanueva, y temiendo que el público aragonés reaccionara de la misma forma con el Mapei por el asunto Escartín, Saiz hizo que Zülle, su líder, saliera antes, y que las chinchetas, si las hubiera habido, se las tragara Rincón.
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